Firmaste un pacto de sangre
Con una feroz vampira;
Libando tu alma en la noche
En su gloria te sumía.
Nunca se saciaba su hambre
Y en tus delirios bebía,
Cuando sonaban las doce,
Dándote aliento, tu vida.
Desangrándote en lamentos
Cruza un dolor macilento
Por tus venas aturdidas,
Pues se agostó la raigambre
Que a tu garganta de bronce
Su dulce muerte atraía.
(Ya, sin tiempo
De celestes transfusiones,
Se nublan tus ilusiones.)
Agosto de 2007
Fotografía: Anna Grecka
No hay comentarios:
Publicar un comentario