Errabundo en las sombras me confundo
Y en mi espalda, rotunda, se derrumba
La infecunda penumbra de mi mundo.
Y una voz verecunda de ultratumba
Entona sin piedad un salmo inmundo
Que me abisma en la oscura catacumba
Donde aguarda un fantasma que, iracundo,
Moribundo y sin rumbo en negra tumba,
Ansía enterrar mi cadáver.
------------------------------------------ Dando
Tumbos y tumbos me alejo tratando
De escapar de sus fauces;
----------------------------------------- pero el son
Que desprende mi pánico, descubre
Mi último efugio, e inerte se cubre
De estéril ceniza mi corazón.
Fotografía: Rita Bernstein.
5 comentarios:
es un poema muy sonoro...
La angustia es uno de los peores sentimientos que podemos tener. Te agarra entre sus manos quitándote el aire, la vida.
No la quiero cerca de tí, Rafa.
Un beso.
Está vomitando?? uff, qué asquito, si es que la angustia se somatiza tanto! :P, un abrazo
Sí, larrey, es uno de los efectos buscados, ese "son son" continuo y más bien monótono, angustioso en suma.
Gracias, Malena, trato de alejarla, pero no sabes como se me agarra la puñetera.
No, leuma, está vomitándose.
Abrazos.
Tropecé con la primera cacofonía agradable aunque agónica. Angústia, deja que se vaya!
Un beso... y muchas gracias por el poema!!!
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