Sueltas sedal, y, cuando siento
Cual manantial, junto a mis labios,
La dulce luz de mis anhelos,
Entonces tú, rompiendo el gozo
De mi alma azul, jalas de nuevo.
Pez de agua dulce,
Muero de sal
Sobre la sed
De este mar muerto.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
Las instrucciones no me han quedado demasiado claras, despuës de echar el sedal y jalar un pececito hecho hombre muerde y muere, :P? le preguntaré a la que te pescó cómo se hace, que a mí me van las lecciones prácticas, :), un beso
Y el cebo? O fue un anzuelo de mosca artificial tal vez... aunque tratándose de ti, no creo que fuese eso.
Un abrazo!!
Tu déjate de cañas, echa la red.
Yo tampoco las tengo claras, leuma, pues esto es más bien una fábula sobre un pescador que sin querer pescar fue pescado por un pez que no quiso pescarlo, aunque adoraba sus redes. ¿He aclarado algo? No, creo que no.
Fue con red, dashi, una red de cariño, empatía y emociones. Se rompió del peso.
Kai, hace ya tiempo que me dejé de cañas, yo ya la cerveza en tubo o de tercio, jajajajaja.
Abrazos.
Publicar un comentario