jueves, 29 de noviembre de 2007

De vez en cuando


"...la fragilidad reluce
en las puntas de esta estrella
del tamaño de un suspiro."


Sandra Garrido


Necesito, de vez en cuando,
Que tu tiempo llene mi tiempo.
Disfrutar en mis largas horas
De sombras, de algunos instantes
Que, como efímera luciérnaga,
Rocen con su luz mis pupilas,
Mostrándome que puede haber
Auroras pugnando en la noche.

Quizá estén cerca tus minutos,
Y de ellos sólo me separen
Unos centímetros, un paso,
¡Pero están tan llenos de siglos!
¡De tanto afecto a contratiempo!
¡De tantas huellas malheridas!
¡De tanta lágrima en silencio!
Que mi ala se quiebra, impotente,
Cuando intento abrirla en los cielos.

Quisiera morder las arenas,
Rasgarlas con uñas y dientes,
Y arrebatar unos segundos
Al péndulo que, adormecido,
Me impide encaminar mi sed
Al manantial de un breve encuentro,
Pero está mi boca cerrada
Y mis uñas bajo el cemento
Implacable de lo pretérito.

Necesito, de vez en cuando,
Que tu tiempo llene mi tiempo,
Mas por más que busco el momento
Para, desnudo, ir a buscarlo
No puedo, no, nunca encontrarlo.

Necesito, sí, necesito
Desesperadamente,
Si no siempre, de vez en cuando,
Ser parte de tu tiempo;
Pero mi tiempo…
Mi tiempo ya
No existe.



Fotografía: Nilgun Kara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Primero darte las gracias por la cita.
Cuanto llenan esos instantes aunque cuando queramos atraparlos entre los labios ya se han desvanecido. Un segundo es eterno en la ausencia y fragil, efimero al sostenerlo delante.

Brillante como siempre amigo