Me despierta un clamor
Y me asomo al espejo.
¿Por qué sangra el albor?
¿A qué ladran los perros?
Debe ser que el amor,
Condenado al destierro,
Se marchita en la flor
Que contuvo un te quiero.
¿Dónde huyó la color?
¿Dónde yacen los besos?
¿Dónde el mudo temblor
De los brazos abiertos?
Debe ser que el dolor
De las horas sin tiempo
Sin piedad los borró
Dibujando un lamento.
Me desangra un clamor
Y me asombro en los perros,
¡Qué ladrido mi voz!
¿Qué será este tormento?
Debe ser que el fragor
Que atenaza a los muertos
Da mordiscos al sol
Que agoniza desierto.
¿Qué son estos ladridos?
¿Qué mi vuelo dormido?
¿Qué estas alas de cuervo?
Debe ser que me abismo,
Sin haberme encendido,
Al glaciar de lo eterno.
Fotografía: Pavel Krukov
5 comentarios:
Me ha gustado mucho.
Un saludo!
Me gustan tus poemas.
Tu blog es como una catarata arrolladora.
Abruma.
Déjala pasar todo lo que puedas y no hagas caso as bruxas.
Saludos desde el Bierzo.
Sensacional!!! Sin comentarios, nada mas que el sentimiento pleno.
Un abrazo.
Has resucitado el medioevo en forma de poema contemporáneo. Más original que las Rebajas de Enero. Castilla Center
Pero esto lo escribes tú? Me encanta, de verdad...
" Debe ser que el amor,
Condenado al destierro,
Se marchita en la flor
Que contuvo un te quiero "
Genial. Besosss
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