Vegetal petrificado
Perdido lo tengo
Todo, amor;
Las estelas a tu cielo,
La singladura a otros puertos,
Y del verbo el vuelo blanco.
Ya solo soy mármol frío,
Al cieno, mi amor, atado,
Que, entre las malvas sumido,
Ha por mortaja un quejido
Quedo, silente y cansado.
Ven del celeste dormido,
Sin demora ven, mi amor,
Para inventarme un milagro.
3 comentarios:
Cuando todo muere dentro nuestro, solamente nos queda aguardar un milagro.
Un beso
Lo de Lázaro no fue milagro sino catalepsia. Pasa lo mismo con ciertos sentimientos: adormecen latentes, como el magma tembloroso que asoma al cráter, con disimulo, pero lleno de brasas.
Macedonia de frutas con chorrito de Cointreau y moscatel de Chiclana.
Sí, dashina, aunque los milagros no vienen solos. Hay que buscarlos. Lo que pasa es que, a veces, perdemos la brújula.
Kai, estoy convencido de ello. Pero, cuando sucede ese despertar, si es que lo hace, bueno es darle una oportunidad a la creencia en ciertos milagros.
Abrazos.
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