sábado, 1 de septiembre de 2007

caprice de dieu

al sentir palpitar

de la esencia del verso

el espeso sabor

desbocado en los labios


¡trágatelo!


sin masticar


desnudo


crudo

caliente


oh meliflua embriaguez

de belladona y sangre

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces hay verso amargos, como de cebollas en la estado, con un olor que te hace huir de ellos una vez soltados al viento.
Bello y hermoso, un abrazo.

Anónimo dijo...

Haces con los versos en los labios un buen juego de besos románticos, todo un capricho para deleitarse, Un beso

Anónimo dijo...

Tanto estuvo pensando en lo que le iba a decir que hasta las palabras se espesaron en su boca, luego, ya presta a pronunciarlas el "caprice de dieu" se le licuó próximo a los labios y una vez más enmudeció

besos

Anónimo dijo...

Gracias prometeo, leuma, milena es cierto, milena, eso suele suceder).

Besos.