viernes, 14 de septiembre de 2007

Octubres

Por las calles desiertas de la noche en Trïana
Solitario deambulo aspirando el aroma
Del verano vencido. Una lágrima asoma,
Del recuerdo, cansada, de vivir con desgana,

Del clamor de este otoño prematuro que mana
Aguaceros de octubre. Y se ensancha el idioma
De la lluvia en mi pecho, como amargo sarcoma
Que devora sin freno mi alma en pena pagana.

Y busco por liturgia, de tu nombre, el aullido,
Mas me amorro a tus puertas como el perro rendido
Que, sin dueño y de invierno, va muriendo olvidado.

Porque ya en mi garganta se ajó la primavera
Y tropieza mi fe con la densa trinchera
Que se alzó con la lluvia de un octubre pasado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Rafa León (me resulta raro escribirlo):
Excelente soneto; veo que publicas con gran fecundidad. Varias entradas del tirón.
Que siga esa buena racha de palabras e ideas.

Felicitations.