viernes, 14 de septiembre de 2007

Velo blanco

Me quedo aquí,
junto al mármol.
Tú te has muerto, mas yo
sigo aquí, junto al mármol,
mármol turbio sin hálito
de mi tumba.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta que "tus pasos te lleven hacia donde se halle el corazón..."

Siempre queda esperanza de encontrar una mirada tras un velo que no es opaco

Abrazos

Anónimo dijo...

Sucede, milena, que no es la esperanza lo último que se pierde. Se pierde y nos queda un profundo dolor que nos cercena los cinco sentidos y, con ellos, el de la orientación.

Un beso.

Anónimo dijo...

Este post me recuerda a Romeo y Julieta con todo su dramatismo y pasión, algunos velos no nos dejan ver la realidad aunque siendo blanco igual éste es transparente, abrazo

Anónimo dijo...

Pues no esta mal que un poema recuerde tan magnánima obra. Gracias, leuma.

Un beso.