Me quedo aquí,
junto al mármol.
Tú te has muerto, mas yo
sigo aquí, junto al mármol,
mármol turbio sin hálito
de mi tumba.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
4 comentarios:
Hasta que "tus pasos te lleven hacia donde se halle el corazón..."
Siempre queda esperanza de encontrar una mirada tras un velo que no es opaco
Abrazos
Sucede, milena, que no es la esperanza lo último que se pierde. Se pierde y nos queda un profundo dolor que nos cercena los cinco sentidos y, con ellos, el de la orientación.
Un beso.
Este post me recuerda a Romeo y Julieta con todo su dramatismo y pasión, algunos velos no nos dejan ver la realidad aunque siendo blanco igual éste es transparente, abrazo
Pues no esta mal que un poema recuerde tan magnánima obra. Gracias, leuma.
Un beso.
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