La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
miércoles, 5 de septiembre de 2007
Perseverancia
Eran tan grandes la monotonía y el hastio que lo ataban como pegajosa telaraña a su vida sin sentido, que comenzó a beber para matar el tiempo. Hasta que, al fín, lo consiguió.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
¿Mató al tiempo?¿fue él? hijo de puta...
¿Mató al tiempo, o se mató él?´corto pero reflexivo.
Saludos.
No hay nada peor que vivir en medio de una rutina y sin ilusiones.Se mató él sólo.Fue incapaz de luchar.Un beso.
Larrey, Ana, Malena, gracias por vuestros comentarios.
Y sí, mató su tiempo, porque no pudo o no supo o no quiso luchar, quién lo sabe. Ni yo mismo, que imaginé la escena, podría decirlo. ¿Cómo indagar en la mente ajena -e incluso en la propia, sin margen de error.?
Abrazos.
Un corto muy bueno, esa expresión de matar el tiempo tiene detrás mucho más de lo que parece, besos
Muchas gracias. Lo cierto es que pienso que, al igual que cuando matamos al tiempo nos estamos "matando" -aunque sea poco a poco o a trocitos- a nosotros mismos, cuando nos matamos a nosotros de golpe, también lo hacemos con el tiempo. El tiempo es algo tremendamente subjetivo y cuando yo muera morirá conmigo.
Abrazos.
Publicar un comentario