sábado, 24 de diciembre de 2016

Poema experimental

¿Experimentos, dices?
Aquí tienes mis versos
de mierda. Y no están hechos
con gaseosa, están hechos
con trinitrotolueno,
un potente exploxivo
ya pasado de moda.
Así que no me extraña
y me complace a un tiempo
que no gusten: hay tanto
fan del prêt-à-porter
y de la pirotecnia 
fast food del mucho ruido
y las escasas nueces
en la poesía vana
de ahora que sería
estúpido aspirar
a que mis versos fuesen
del agrado de nadie.
Y, repito, me gusta
que no gusten. De modo
que a estas alturas mi único 
objetivo poético
es que algún temerario
se preste a hacer las veces
de conejillo de indias
y, por su propia mano,
yo las perdí hace tiempo,
se introduzca mis versos
de mierda recto adentro
y se agite. Prometo
que no ha de serle fácil,
pero así han sido siempre
la poesía y la alquimia.