sábado, 31 de julio de 2010

Luna sin azul


Dicen los científicos que las huellas que el ser humano dejó a su paso por la Luna, al carecer esta de atmósfera y, por tanto, no estar sometida a procesos erosivos, podrían permanecer inalterables sobre la superficie lunar hasta que, dentro de más de 5 mil millones de años, el Sol se transforme en una Gigante Roja engullendo a la Tierra y su satélite.

Soy de azogue, girando en torno a ti,
satélite sin aire; tú eres huella
profunda que, indeleble, me degüella,
cornada, espada, rayo, bisturí.

Despojo en el abismo, baladí,
no alumbra mi agonía ni una estrella
paliando el socavón que en mí hizo mella
cuando tras ser hollado, te perdí.

Y en medio de la asfixia de esta noche
que anega sin confín mi firmamento,
tenaz le das la espalda a mi lamento,

planeta azul, paraíso, yo, pedroche,
sangrando eterno y yermo en la carencia
de un mar que, tras marcarme, se hizo ausencia.

Tercera clase


Anclado en el andén,
¡me encuentro ya tan lejos!

Tatuadas con el polvo de la espera,
me miran las maletas con tristeza.
En su mirada muda aúlla un reproche:
que no exista ocasión para la vuelta.

Atónito en la herrumbre de las vías
y herido por tan hosco vituperio,
rebusco en mis bolsillos por instinto:
un billete sin fecha y sin picar,
tan sólo de ida, tiembla entre mis manos.
Estación de destino:
lo huero sin confín, ninguna parte.

viernes, 30 de julio de 2010

俳句 irreverente




kaskó my kueyo


tanto kynkar tu kulo.

ké kruel tortýkolys.

Reprobación


EUGENIA Martínez de Avellaneda y Alba-Irujo, dama de alta cuna, buena madre y esposa de educación religiosa, fue desheredada ipso facto cuando, tras amancebarse con un trapecista de baja cama y altos vuelos, decidió por una vez en su vida hacer lo que le venía en gana y, abandonándolo todo -incluído el trapecista-, buscarse la vida actuando como ilusonista en un circo de poca monta. No le costó demasiado; estaba más que acostumbrada a tratar con payasos y fieras.

jueves, 29 de julio de 2010

La atroz contradicción del logos


Sé bien que por dos veces
jamás me han de anegar los mismos sueños.
No obstante, este diluvio
silente que a la sed no pone freno
y arrecia gota a gota iterativo,
comienza a parecerme sempiterno,
en este instante en que presiento el agua,
como un desierto, al cuello.

(La ciencia ya especula con que en Marte,
donde hoy no hay más que mineral silencio,
quizá rugió hace tiempo un vasto océano).

miércoles, 28 de julio de 2010

Soneto de la ceguera


Jamás verán tus ojos lo que han visto
los míos abatidos de hosca noche:
la tétrica oquedad que en su derroche
devora las pupilas, lo mal quisto
del nervio hecho relámpago y su trueno
quebrando el vuelo a tímpanos y cielo.

Jamás veran tus ojos tanto duelo:
la lágrima, la sal, la sed sin freno
ahogándose en sí misma sin descanso,
el miedo al sinfuturo y la impotencia
golpeando al corazón con la violencia
de un río de lava y sangre sin remanso.

Jamás verán tus ojos mi agonía:
carecen del color de la empatía.

martes, 20 de julio de 2010

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“Me sobra el corazón.”

Miguel Hernández
Me sobra el corazón, me sobra el sexo,
me sobra el apetito, pese al hambre;
me sobran sangre y huellas, sin raigambre;
me sobra el tiempo, herido y genuflexo;

del páramo, el vergel vedado, anexo;
el tallo, la hoja, el pétalo, el estambre;
la red parando el golpe, el fino alambre
que entre venero y sed fue tenue nexo.

Me sobran, y me sobran sobre todo
la sal en la mirada, la afonía,
tanta pena abismal. Y es tanto el lodo

ahogando la ilusión que, en mi agonía,
no sé por qué, no sé por qué ni cómo
me condeno a la vida cada día.

lunes, 19 de julio de 2010

Hibernación


Ajenos a las causas que anegaron
De gélida intemperie sus contornos
Hibernan extenuados los deseos.
Más que el turbio cansancio, la parálisis
Que, hirsuta, los embarga,
Su angustia es ignorar si al crudo invierno,
De nuevo, generosa,
Lo habrá de suceder la primavera.

Declaración de Impacto


CUANDO los politicastros al servicio de capital -que, de manera cínica y espuria, ejercían las competencias atribuidas a aquella prostituida Consejería de Medio Ambiente- evaluaron aquel pliego de alegaciones cargado de razones y buenos argumentos, se cagaron. Sí, se cagaron vivos. Posteriormente, una vez les pasó la diarrea, lo utilizaron para limpiarse sus apestosos y sodomizados culos.

domingo, 18 de julio de 2010

Prefijos


Se afana por lograr sobrevivir
igual que quien se agarra un clavo ardiendo,
y el fuego sin calor va consumiendo
la llama que sostiene su existir,

pausadamente. Apura el elixir
sin magia de las horas resistiendo
la sal y las cenizas que, creciendo,
lo enflaquecen. Mas no es sobrevivir

tan sólo un acto huero y sin sentido,
guarda un excelso fin, sus entresijos:
ganarle tiempo al tiempo, al fuego herido,

para ir desbaratando los prolijos
motivos de su pena y, redimido,
vivir sin más, sin menos, sin prefijos.

sábado, 17 de julio de 2010

El terco corazón de los despojos


Último parte médico:
En todo punto y hora irreversible,
su estado es extremadamente grave.
Punzando, macerando, desgarrando,
un número incontable de lesiones
de carácter recóndito e interno
ya han afectado con apocalíptico
e irrefrenable encono
gran parte de sus órganos vitales:
los sueños, los deseos,
el alma, la esperanza...
No obstante, su agonía
-su corazón fue siempre fuerte y terco-
ineludiblemente será larga
-quizá pueda durar toda una vida-
e insoportablemente dolorosa;
no surte efecto alguno la morfina.
Va creciendo el dolor,
distópico, en su adentro
como crecen las uñas
de los muertos.

Poema obsceno



¿Comprendes? / Yo tampoco. / Yo no comprendo nada.

Oliverio Girondo


Aquel tiempo en que fuimos
los cómplices perfectos,
renunciando al deseo
con gravosa templanza
por temor a minar
nuestro apego sin mancha,
cerriles nos negamos
a hacernos el amor.
Hoy viendo, desolado,
en que ha quedado todo
-esta nada insolente
que, abismal, nos separa-,
consciente del error,
sospecho que debimos
con lujuriosa saña
y obviando precauciones,
olernos, desnudarnos,
palparnos, retorcernos,
lamernos, pellizcarnos,
babearnos, arañarnos,
bebernos, desangrarnos,
royernos, devorarnos,
sin tregua y desmedidos,
follar como animales.

viernes, 16 de julio de 2010

Soneto del abatimiento


Qué unidos cuando todo era alegría
Vivimos aun carentes del estrecho
Calor con que vincula un mismo techo,
Mi más ansiada y fatua fantasía.

Y en qué abismal distancia mudaría,
Dejándome sin paz, solo y deshecho,
Cuando, inmisericorde, hundió en mi pecho
Sus garras la tristeza, oscura y fría.

No pienses que reprocho la sangrienta
Herida emponzoñada de añoranza
Que abrió en mis venas tu huida tremulenta:

Es fácil el apego en la bonanza
Y siempre muy complejo, en la tormenta,
Que siga a flote afín a la esperanza.

jueves, 15 de julio de 2010

Soneto del renunciamiento


Muriendo, por no verte, de amargura,
Te evito renunciando a mi deseo,
Renuncia que me fragua eterno reo
Del exilio. Mas quiebra esa atadura

Y a veces coincidimos; con dulzura
Conversas y sonríes, ¡no te creo!
¿Cómo has de sonreír frente a este feo
Cadáver con tu adiós por sepultura?

Añoro tu sonrisa, no lo niego,
Tener cerca tu aliento hecho palabra,
Mas siendo incuestionable la macabra
Verdad de tu desprecio, ¡te lo ruego!:

No finjas a mi encuentro una sonrisa,
Escupe tu silencio y vete aprisa.

miércoles, 14 de julio de 2010

Las ruinas sin umbrales



“Cae fina la lluvia…”

Triana
No queda ya un lugar para nosotros
En esta hostil ciudad ruinosa y muda,
Poblada de infortunios y fantasmas.
Te busco desde un alba imaginada,
Apresurado y trémulo en sus calles,
Bajo una fina lluvia que percute
Aguda y corrosiva en mis pupilas,
Ya pétreas por la sal que las embarga;
Las sombras y el silencio son el báculo
Que apoya el deambular de mi impotencia,
Y, herido por tu falta, en mi memoria
Resuena degollado, devastándome,
El Himno a la Alegría de Beethoven:
Sarcasmo en el recuerdo insoslayable
Que anega sin cesar de sed mis cauces,
Vedado como tengo aproximarme
Borracho de entusiasmo a tu santuario;
Qué infame es despertar de un sueño alado
Y ser ya eterno esclavo del abismo.
Después, cuando el ocaso trae la noche,
Arcángel abatido desde un cielo
Que sólo fue un celeste mal pintado,
Me oculto en las cloacas, desquiciado,
Tratando de olvidar que el firmamento
Que aplasta la urbe, atroz, no tiene estrellas
Que puedan alumbrar con sus destellos
Los cursos hacia el son de otro horizonte.
En esta cruel ciudad nocturna y yerma,
Sin árboles, alondras ni otra aurora,
Ni una mirada pútrida y reclusa
Al borde de la infecta alcantarilla
Supone una frugal visión del mundo:
No es más la sumisión que unas pupilas
Mudadas polvo yerto y macilento
Tratando de mirar sin fe una rosa
Que nunca germinó en invernaderos
Ni sótanos, etérea y claustrofóbica.
No queda ya un lugar para acogerme
Al margen de este gélido subsuelo
Que me ata como tumba a sus penumbras,
Debajo de unas ruinas sin umbrales
Que puedan mitigar mi agorafobia.

Alegoría


Junto a un trigal maduro y abundante
Un cielo amaneciente me reclama
Y encienden sus fulgores la ardua llama
De mi ansia, atada al yermo, mendicante.

Las níveas albarizas del radiante
Solar que lo sostiene, la retama
Con su fragancia fresca, el panorama
De fresas en sazón y el desbordante

Manar de sus veneros que a mi loca
Sequía están vedados, son infierno:
¡Jamás alcanzaré su fruto tierno!

Pues nunca fue la miel para la boca
Del asno y yo rebuzno de deseo
Cuando en la lejanía esas mieses veo.

martes, 13 de julio de 2010

En sentido literal


Lo que hubo entre nosotros
–entonces no lo supe-
Podríamos decir que fue un flechazo:
Tú, arquera; yo, la presa
Que, luego de haber sido atravesada,
Dejaste abandonada en la maleza,
Herida por tu olvido,
Mortal-
mente sangrando.

Soneto del silencio



No puede tu silencio ser más claro,
Aun siendo en mis sentidos negro abismo
Que me hace, espectro ajeno de mí mismo,
Ser presa del más hondo desamparo.

Tu elipsis meridiana es un disparo,
Estrépito que me ata al ostracismo,
Sin que hayan redención ni un exorcismo
Capaces de ahuyentar el buitre avaro

Que hambriento anida en mí sin tu palabra.
Y ya sólo en la muerte, tan macabra,
Silente, irreversible y sin sentido,

Consigo imaginar un lenitivo
Posible frente al mudo y vasto estruendo
Que mi alma, sin tu voz, va derruyendo.

lunes, 12 de julio de 2010

Soneto de la espera


Te espero en las regiones donde el llanto
creció pariendo agónico un mar muerto;
te espero todo sal, mi pecho, abierto,
mordido por las hienas del quebranto.

Y, anclado en esta espera, alzo mi canto,
sin aire ni esperanza, aun viendo cierto
que no han de trascender de este desierto
los ruegos inaudibles que levanto.

Te espero en la más cruel desesperanza,
sabiendo que no has de volver te espero,
te espero atravesado de añoranza.

Te espero y caigo y me alzo y caigo, espero
trabado y sin aliento, sin pujanza
te espero y esperando, muerto, muero.

El rayo que no cesa


No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

Miguel Hernández
¿No habrá de hacerse mi alma a la honda pena
De verse hasta los huesos despreciada
Y, ajena a la esperanza, desahuciada
Por tu alma generosa, limpia y buena?

¿No habrá de cesar nunca esta gangrena,
Herrumbre que en tu falta es dentellada
Tan huera y pertinaz que, despiadada,
Mudó sangre y ternura en hiel y arena?

La pena por tu falta es un martillo,
Dogal, crucifixión, rayo, cuchillo,
Punzón, lapidación, desmembramiento,

Ahogando, lacerando, devastando,
Quebrando, tritutando, disgregando,
Doliendo, por dolerme, hasta el aliento.

Los panes y los peces


DURANTE los años que Andrés y Pedro compartieron cama, tiempo y mantel con Virginia, ni un solo instante pudieron dejar de sentirse segundo plato, pordioseros a la espera de las pocas migajas de pasión y cariño que se les antojaba caían del lecho y de la mesa como maná anhelado, pero insuficiente y precario siempre. Nunca, cegados por los celos, tuvieron la fe suficiente para alcanzar a comprender que Virginia, en cuestiones de amor y de ternura, era, pródiga y fructífera, un milagro irrepetible. Y acabaron desperdiciando aquel prodigio. Hoy Virginia vive sola y, sólo muy de cuando en cuando y siempre con desconocidos, mantiene relaciones esporádicas de lo más convencionales y sin el derecho a otorgarse nunca una segunda oportunidad. El lugar de Andrés y Pedro lo ocupan las hormigas.

domingo, 11 de julio de 2010

El hueco


"Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca."

Jaime Sabines.

Me dueles más que un hijo arrebatado
que vuelve prematuro al mineral
arcano del que emergen los sentidos
a golpes de quijada desalmados.

Me dueles con la fuerza de la sangre,
del sexo virgen, carne de prostíbulo,
del fuego de una espada, de un desierto,
del fruto que se pudre en el camino.

Me dueles con la saña de un destierro,
sin árbol de la ciencia ni pecado,
que nunca hubo habitado el paraíso.

Me dueles como carne, de mi carne,
que nunca ha de cerrar la altruista herida
que dio aliento a su ser, hueco en mi sino.

sábado, 10 de julio de 2010

El mar, la mar...


El mar en mis poemas
no es son, periplo, puerto.
La mar en mis poemas,
naufragio, espanto, duelo,
estruendo que conduce
al último silencio.

viernes, 9 de julio de 2010

Los sonidos del silencio

A María Fernández Lago, por la inspiración.

EULALIA Mutis, a la par que un espíritu inquieto, siempre había sido una alumna aventajada en todo lo relativo a cualquier tipo de materia relacionada con la comunicación y el lenguaje. Así que, tras doctorarse cum laude en lingüística, filología hispánica, inglesa, árabe, clásica, hebrea, románica y vasca, ciencias de la información, y traducción e interpretación, decidió explorar nuevos campos en el ámbito de la comunicación y, más concretamente, en el de la no verbal. Todo fue sobre ruedas hasta aquel trimestre en que de hubo de enfrentarse a la semiótica del silencio. Nunca, a lo largo de sus muchos años de estudio e investigaciones, había tenido que lidiar con un concepto comunicativo tan aparentemente simple y a un tiempo de tanta complejidad polisémica. Tras la frustración que le produjo tal fracaso, abandonó su Cátedra de Literatura Contemporánea, su programa radiofónico y dejó de publicar la columna semanal que tantos lectores acaparaba en el diario de su ciudad. Hoy se gana la vida buzoneando la propaganda de la consulta de un afamado logopeda y actuando como mimo de feria en feria durante los meses veraniegos. Por otra parte, un catarro mal curado, unido a ciertas reacciones alérgicas sin determinar, la han llevado a padecer de afonía crónica.

Decidiste salvarte


“y te llenas de calma”

Mario Benedetti

Por un mar de aguas bravas
Con un sueño por vela
Navegamos un tiempo
Paralelos, aun nunca
Nuestros remos contiguos.
Y bogamos con júbilo,
Con el párpado abierto,
Con la sangre en los labios,
Sin tener miedo al tiempo,
Agitados y vivos.
Mas creció la galerna
Y una vía de agua
Me condujo al naufragio
Mientras tú te alejabas
Hacia un mar más tranquilo.
Decidiste salvarte.
Y aun así qué no diera
Porque al menos en sueños
Hasta hundirme, ya exhausto,
Te quedases conmigo.

Ilustración: "Barcos holandeses en una galerna", de Joseph Mallord William Turner.

jueves, 8 de julio de 2010

Ponzoña


Las preguntas que callo,
Pugna hirsuta, aflicción,
Y me crecen adentro,
Deletérea metástasis,
Por temor a que puedan
Contagiarte su duelo.

Fotografía: Misha Gordin.

Olvido

Ya nunca emerge en su isla una esperanza
Cuando una vela blanca ondea al viento:
Ha tiempo desterraron su naufragio
Del turbio portulano del recuerdo.

miércoles, 7 de julio de 2010

Templanza

CASTO Gómez tenía un vicio secreto. Y tanto celo puso en que nunca fuese descubierto, que murió sin haber llegado a disfrutarlo.

Cambio cromático


El fuego del hogar se ha vuelto jaula;
Penetra la intemperie hasta su centro,
Que al centro de lo cóncavo se vierte.
Arde en llamas el pájaro, no obstante,
Legando los reflejos de su canto
Al ciego agonizar de los rescoldos
Que yacen bajo un cielo sin pupilas.
Sus alas, matizadas del celeste
De un sueño claro y limpio como el agua,
Se tornan en cenizas macilentas,
Preludio desgarrado de la nada,
En tanto se desangra sin azogue,
Herido de impotencia su fantasma.
El vuelo del pinzón mudó en cemento;
Jamás se oirá su canto en estos páramos.

martes, 6 de julio de 2010

La sorpresa

Ya en la final, y pese a parecer contar con todo a su favor, les fue imposible consumar la gesta. Tanto el cancerbero titular como sus dos suplentes, en solidaridad con los millones de afectados por el recorte de derechos laborales y sociales perpetrado recientemente por el gobierno de su país, decidieron a última hora y de manera sorpresiva declararse en huelga de brazos caídos. “Así es que no hay forma” fueron las únicas y lacónicas declaraciones del seleccionador nacional al respecto. A su llegada al aeropuerto, una horda de trabajadores a tiempo parcial y de desempleados de larga duración esperaban a los huelguistas con la intención de proceder a su linchamiento, motivo por el cual las fuerzas de seguridad del estado hubieron de emplearse con inusitada contundencia. Ello, no obstante, no fue suficiente para impedir que fuesen agredidos por un agente de la policía local que les propinó varias decenas de patadas y mordiscos hasta ser finalmente reducido por una limpiadora que, a objeto de combatir el hastío, practicaba halterofilia y vale tudo durante sus horas sindicales.

lunes, 5 de julio de 2010

~~~

La estéril elegía del que gime
rogando auxilio al fondo del naufragio:
botella al mar preñada de mordazas,
que arrastra la deriva hacia las rocas.

Las garras del diluvio


Vasallo del silencio,
Mi cántico es la máscara
Quebrada y transparente
Que nunca ocultará lo que no ha sido;
La letra de una historia
Ficticia sobre un muro
Lamido hasta la médula
Por la incesante lluvia.

domingo, 4 de julio de 2010

Probabilística


PEDRO Pi, afamado matemático y teólogo durante el día y crápula y jugador empedernido tras el ocaso, achacaba su mala fortuna a una suerte de indisoluble aleación entre el destino y las férreas reglas de la probabilística. Hasta aquella ocasión en la que, tras tirar los dados, uno de ellos, desafiante, mostró en una de sus caras laterales un imprevisible as de diamantes.

sábado, 3 de julio de 2010

La catástrofe


CUANDO, tras varios meses incomunicado en la montaña, y habiendo recorrido estupefacto las deshabitadas calles del arrabal, llegó a las urgencias de aquel hospital en las afueras, un profundo terror se apoderó de su ánimo. El silencio absoluto, los pasillos desiertos, la inaudita tranquilidad que se respiraba en el ambiente, sólo podían ser el síntoma de que algo terrible e irreparable había sucedido en su prolongada ausencia. Y dejó volar su imaginación: la pandemia, las evacuaciones masivas, las cremaciones... De súbito, un desaforado estruendo lo sumió de nuevo de bruces en la realidad, devolviendo la tranquilidad a su ya más que atormentado y aterrorizado espíritu: ¡¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOL!!!!, ESPAÑA, ESPAÑA, ESPAÑA...

Pecio


la vida es un periplo que nos lleva

naufragio tras naufragio hasta la muerte

viernes, 2 de julio de 2010

Si algún día escuchases...


Si algún día escuchases
que yazgo desahuciado,
sin fe, en un hospital
tan sólo ya anhelando
que se apremie la muerte,

Ven a verme. Sin dar
explicación alguna,
ven, quédate una noche
-no es cómodo, lo sé-
a hacerme compañía
y otórgame que, al cabo,
una mañana, al menos,
reconfortado pueda
despertar a tu lado.

Y sentir, al mirarte,
que la vida, tan dura,
ha valido la pena

y, cerrando los ojos,
tras mirarme en los tuyos,
poder morir en paz.

jueves, 1 de julio de 2010

Soneto


Igual que hiciera –dicen- Kevin Carter,
Me observas con distante indiferencia,
En tanto el buitre hambriento de la ausencia
Se apresta a devorar mis esperanzas,

Mi aliento, mis pasiones, la palabra,
Mudados ya en desecho indescifrable,
Reflejo de las sombras que devastan
Las huellas que anhelé fuesen mi norte.

Mas no te pienses nunca responsable
Ni busques compensar con el suicidio
La culpa que en ningún modo te incumbe:

El buitre que me acecha está en mi adentro,
Fundido a la carroña del fracaso,
Y nadie ya jamás podrá ahuyentarlo.


Fotografía: Kevin Carter.