domingo, 30 de noviembre de 2014

De lo frío

Pero hablaré del pájaro
solitario en la nieve,
del cautivo en la asepsia
cegadora del frío.

Fotografía: J.M. Lostau

sábado, 29 de noviembre de 2014

Jaula


No habré de hablar de jaulas
nunca más. Lo prometo.

Hablaré de la lluvia
golpeando los cristales
en el salón sombrío
de la casa enrejada
que habito entre fantasmas.
De su viga maestra
a punto de quebrarse
en tanto las ventanas,
selladas por la herrumbre,
rezuman hiel y sangre.

Hablaré de mi cuerpo.
Del dolor. Pero nunca,
lo prometo, de jaulas.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Aviso para navegantes de cloaca

Si hay algo que, en relación con el vertiginoso ascenso en intención de voto que está experimentando Podemos, pudiera agradar al bipartidismo totalitario y corrupto patrio, ese bipartidismo que hace las funciones de mamporrero de las mafias empresariales y financieras “nazionales” e “internazionales”, es la idea de que ese ascenso camino a los altares de los que se dicen de abajo pero en ningún caso de izquierdas ni de derecha, pudiese suponer el final de Izquierda Unida. En mi opinión –interesada, sí, a qué negarlo- esa idea no es más que un sueño vano, onanismo mental con muy pocas luces: la famosa bombilla -¡Eureka!- pero fundida desde un principio. Porque las moscas cojoneras, como los viejos roqueros, nunca mueren. Y aquellos que llevan toda la vida viajando a pie, tienen muchas posibilidades de poder atravesar del mismo modo desierto tras desierto, resultando agotados pero más o menos indemnes. Otra cosa son los señoritos a caballo de rancio o más reciente abolengo. Estos, si llegan a caer del jamelgo y este se les termina escapando desbocado… Mucha suerte a Podemos en su periplo, un periplo que esperemos que, de manera nítida, discurra siempre por los senderos de la izquierda. Y, a Izquierda Unida, fuerza y coraje.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Desamparo

en el fondo de un pozo
seco como el aliento
de una momia prehistórica
ruega al cielo el diluvio
para morir temprano

Redes (Agustín Casado)

El Chirla, El Jibia y Manuel,
calafates y marengos,
e incluso a decirles vengo
que informáticos también.

Niño, ¿Interné qu’es lo que é?
¿Media vida navegando,
todo en arrobas pesando,
y a mí me pregunta usté?

Por las tascas de chateo
cuando el mar se pone feo,
viviendo entre los pecés,

y hoy que no navegan tanto,
ahí los tienen trabajando,
tan modernos, en la red.


Texto e ilustración: Agustín Casado

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Moira

Soñé que eras, ausencia
enconada, una flor
germinando en mis labios
y eras la belladona.
Qué amargo, al despetar,
comprobar, desolado,
que no estaba la bella
dona y tampoco el tósigo.

martes, 25 de noviembre de 2014

El muladar

No es, el de la política,
un ámbito propicio
para las mariposas.
Entra una mariposa
en ese territorio
de impostura pedestre,
y las fuerzas impúdicas
del capital la empujan
hacia un sentido anómalo
de la metamorfosis
a fin de transmudarla
nuevamente en gusano
afín a la pecina
que anega las cloacas.
¡Benditas mariposas
aquellas que resisten
la atracción desmedida
de ese narcotizante
y obsceno muladar,
y siguen en el aire
a riesgo aun de acabar
en un cartón clavadas!

lunes, 24 de noviembre de 2014

Escenas sevillanas (6): La ciudad de los insectos (Carlos Parejo)

Aunque aún no crezcan antenas sobre nuestras orejas, los urbanitas sevillanos cada vez dependemos más de ellas.

Hace una semana que no visitamos a los abuelos, pero nos resulta insufrible dejar de congregarnos puntualmente cada lunes ante el televisor para ver nuestra serie favorita. El tiempo lento de las tertulias nos parece un tormento aburrido y soporífero, pero navegamos como patos por el agua en esa vorágine mareante de llamadas desde/hacia el teléfono móvil, cuando no atendiendo un oleaje incesante de mensajes.

¿Qué pasaría si los rebuscadores eslavos desmontaran una noche las antenas de todos los tejados sevillanos? ¿Qué ocurriría si sufrieran un inesperado infarto los corazones informáticos que dirigen el flujo de las aguas, las luces e imágenes y las voces urbanas?

Entonces, no me cabe duda, Sevilla amanecería como apagada y sus habitantes tan desorientados como si transitaran por el desierto del Sáhara.

(¢) Carlos Parejo Delgado


domingo, 23 de noviembre de 2014

Tránsito

Entre el polvo
y el polvo
sólo media carroña.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Pan y circo y pompas fúnebres

Señoras humildes a las que les caía de puta madre la duquesa de Alba por su glamour y simpatía, y no pueden ver al puñetero negro de los CD piratas y los calzoncillos Kevin Clay que nos roba el trabajo a todos y cada uno de los españoles y, para colmo de males, recibe unas ayudas económicas del Gobierno que te cagas.

Epigrama


(a propósito del lacrimoso anuncio de la lotería de Navidad)

Teniendo en cuenta el trágico
estado de miseria
en que se encuentra el mundo,
no dejes escapar
ni una sola ocasión
para poner en práctica
tu cuota pertinente
de solidaridad.
Pero, cuando la ejerzas,
no olvides ni un instante,
que las más de las veces,
por no decir que siempre,
la solidaridad
no es ni menos ni más
que un sucedáneo pésimo
de igualdad y justicia.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Caperucita Roja

Desconfía de aquellos
que te indiquen, porfiados,
el camino a seguir,
prometiendo que habrás
de encontrarlo expedito.
Toma la trocha oscura,
la plagada de espinos
y nidos de alacranes;
te llevará más tiempo
llegar a tu destino
y hasta puede que nunca
consigas alcanzarlo
—nadie dijo que fuese
hacedero el trayecto
que lleva a la Utopía—.
Pero ten por seguro
que, al menos, de este modo
los pondrás en muy serios
aprietos en su afán
de llevarte, engañado
y manso, al matadero.

Beatas (María Fernández Lago y Agustín Casado)

(Dios te salve), ¡Habéis visto que manera
de andar! (María, llena eres) ¡Sola
va a pasear! (de gracia), A la bartola
irá a echarse. (El Señor) ¡Una ramera!

Eso es (es contigo); lo que es. Era
(bendita tú) fulana ya pipiola
(eres entre) y aún se despendola
(todas) pero el marido no se entera.

(Las mujeres), Y no ha guardado el luto
por su tía; (y bendito) un patatús
se la llevó -es su culpa- (es el fruto)

cuando supo (de tu) -da repelús-
que a vuestro padre lió, y no me inmuto
al decirlo, ay de mí. (vientre, Jesús.)

Texto: María Fernández Lago
 e ilustración: Agustín Casado.


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Más allá del espejo


la que vino del frío
contempla absorta el fuego
desde el centro insaciable de la hoguera

yo escucho crepitar sus ojos limpios
desde mi cárcel blanca

Aplaza-miento

El Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley instando al Gobierno de España a reconocer a Palestina como Estado independiente. Pero no ha fijado un plazo para ello, quizás a la espera de que el de Israel termine de aniquilarlo definitivamente.

El sueño de Gorgona


-Se ha puesto el sol. La noche se ha metido en tus ojos, igual que aquel caballo que, en su vientre, llevó la ruina a Troya. Dime qué estrellas ves desde tu torre.
-Veo barcos alejándose, camino del calvario.
-No es cierto: el puerto queda detrás de las montañas.
-Pero lo estoy soñando. Veo las olas alzándose, como tigres de fuego, calcinando los mástiles.
-¡No digas más, me hieres!
-No digo. Soy silencio. Y es imposible herir los despojos de un muerto.
-Pues lánzame una escala. Prometo no mirarte, cuando llegue a tu sexo, a los ojos ni el diente.

martes, 18 de noviembre de 2014

La casa de los espejos

tengo miedo a dejar
de ser sin haber sido
lo que nunca he de ser

La zona muerta

Amanece y es tarde,
Como ayer. Como siempre
que acontece el ocaso.
(Fluye como un alud
de sombras lo inmutable)

lunes, 17 de noviembre de 2014

¿Democracia? ¿Qué democracia?

Un país en el que se es tolerante con los delitos de los ricos, e implacable hasta la crueldad con -cometidos las más de las veces por necesidad- los de los pobres, esta mucho más cerca del totalitarismo que la democracia

Escenas sevillanas (5): VIP (Carlos Parejo)

Manuel José Halcón y de Lastra saluda a los recién llegados con un flojo apretón de manos, tan correcto como su imberbe rostro. Tiene una máscara facial eterno-sonriente aunque distante y fría. Su estilo es convencional, tanto el de su pijo peinado de cabellos cortos y engominados con una raya perfecta, como el de su traje de chaqueta. Éste posee tan sólo dos ligeras variantes: Corbatas y camisas rosas y celestes para momentos alegres, y los tonos negros y azules marinos para días solemnes.

Manuel José contempla el mundo desde una especie de tarima o plataforma elevada y privilegiada, como diciendo mírame pero no me toques. Me explico. Le gusta ir –durante la Feria –en coche de caballos a la plaza de la Real Maestranza. Allí se instala en el mejor palco, desde donde observa panorámicamente el redondel, a la sombra y sin apreturas. Antes ha almorzado en un elegante y selecto restaurante. Ese local donde un portero con galones de almirante le abre la puerta y lo deja en los terrenos del maitre. Éste, mientras le habla con pulcro acento y usando disminutivos cordiales, le acompaña a la mesa ventanera. Es su mesa preferida pues tras los cristales tintados, se distrae criticando a la chusma viandante sin que le devuelvan miradas indiscretas.

Por las tardes conduce su altísimo vehículo todoterreno al club de campo para jugar al golf o montar a caballo. Después gasta las horas vespertinas en las animadas tertulias del club social. Todos hablan allí como espías secretos, sin elevar la voz y separando las vocales cuidada y perezosamente. Además, se esmeran en ir perfilando las frases con coletillas de lindezas y cortesías mil veces repetidas. Allí, un grupo de familias de renombre y sabor añejo amañan y conspiran matrimonios y recomendaciones para que abuelos, hijos y nietos se sucedan en el arte de manejar los hilos de la ciudad hispalense, al modo de Trajano y Adriano. Su propósito es ocupar los puestos claves del ayuntamiento, de los partidos políticos, de las principales empresas, de las entidades bancarias, de los ateneos, de las cofradías,….

Cuando anochece, Manuel José se despide del guardia de seguridad instalado en la garita de la barrera de control y mira de reojo la alta tapia encalada, cuyo borde superior está bordado de alambre electrificado. Esta tapia rodea todo el perímetro del club separando a su refinada concurrencia del resto del vulgo, o sea, la gente sevillana corriente y moliente.

(¢) Carlos Parejo Delgado


domingo, 16 de noviembre de 2014

Lo justo

El día en que los poetas
se puedan dedicar a la poesía.

Ilustración: John William Godward

sábado, 15 de noviembre de 2014

Fábula

La oveja negra
se vistió con la piel
de un lobo blanco.
Que a nadie le sorprenda
que hoy la admire el rebaño.

Lo que no

escribo porque NO

como el niño que sueña
con la luz y en la noche
despierta solo    a oscuras

(el pobre niño ciego)

viernes, 14 de noviembre de 2014

Toma el cántaro y corre


(el otro cuento de la lechera)

Todo esto ha sido como el cuento de la lechera, pero con un final distinto. Porque en este caso el cántaro, en lugar de romperse, acaba en manos de un patriota que, tras apropiárselo indebidamente con nocturnidad y alevosía, se lo lleva a las Islas Caimán.

La oratoria en tiempos de cólera

Resulta cada vez más frecuente oír decir que en el ámbito de la política ya no existen oradores como los de antes. Yo he de mostrar mi total desacuerdo con opiniones semejantes. Puede que no sean tan brillantes. Pero qué mérito oratorio el de aquellos que en muchos casos llevan ya décadas conmoviendo y convenciendo a oyentes de todo pelaje desde las tribunas parlamentarias, con la elocuencia sin gramática de sus discursos huecos.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Cuatro (de cuatrero)

Se rumorea en los mentideros políticastro-mafiaeconómicos de la Una, Grande y Libertina y arriba la Marca España que pa'eso son dos días, que una afamada revista financiera de capital público-privado, anda organizando una función teatral trágico-cómica que llevará por título "Los cuatro cuatreros del Apocalipsis". La selección eso que ahora llaman casting para los papeles estelares se adivina larga.

Moraga (Agustín Casado)

Entre las piedras de la Bajadilla
encontró Manuel la filosofal
para oficiar el milagro ritual
de hacer oro de la plata que brilla.

Avía García el instrumental
bien a mano un cuarto de manzanilla,
leña seca, viento calmo, cerillas,
cañas picuás y un puñao de sal.

Seis lingotes por caña va ensartando
disponiéndolas como un parapeto
y en el tiempo en que digo este soneto

sin saberse por qué, cómo ni cuándo,
el prodigio: la plata va dorando
un arpa de sardinas al espeto.


Texto e ilustración: Agustín Casado

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Germen

Empezar a escribir sin ton ni son.
Porque oprime el silencio, y la palabra
a veces puede ser abracadabra
contra el caos y en favor de la razón;

conjuro sosegando el corazón
de la arritmia que, en forma de macabra
y enmarañada danza, descalabra
de su aplomo hasta el último bastión.

Empezar a escribir como sagrada,
aun torpe, indescifrable y sin sentido,
apostasía en contra del olvido
y el pertinaz avance de la nada;

y al cabo de lo escrito haber descrito
el germen del lenguaje: el pasmo, el grito.


martes, 11 de noviembre de 2014

La gran extorsión

Amaga el capital
con llevarse los frutos
del sudor y la sangre
de los trabajadores
si es preciso a Caronte.
"Si no sois buenos chicos
—pregonan sus voceros—
y le chupáis la polla
astrosa y sifilítica
a los capitalistas,
por vuestra inoperante
y necia rebeldía,
nos dejarán en bragas."
(Y los trabajadores,
entretanto ateridos
y en pelota picada.)

El niñosiemprebueno


El niñosiemprebueno comenzó a ser muy malo
con las primeras nieves del invierno
y aquella tos perruna de su madre
aterida de frío


El niñoantañobuenoahoramuymalo
tras entonar blasfemias donde antes hubo salmos
soñaba cada noche
con el carbón de Reyes

lunes, 10 de noviembre de 2014

Paradoja

Sólo existe el olvido.

Escenas sevillanas (4): Paseo en bici (Carlos Parejo)


Internarse por el centro histórico a media mañana fue una aventura semejante a la de atravesar la jungla malaya. El carril bici había perdido su color verde y se confundía con el suelo de granito. Solamente sus márgenes estaban escoltadas por tachuelas plateadas. Pero servían de poco pues, a pesar de dejar enronquecido el ring-ring del manillar, cientos de objetos llamados peatones se pusieron constantemente delante de mi bicicleta o se cruzaron inopinadamente.

En las calles comerciales tuve que conducir practicando slalom de peatones como en un torneo de esquí de invierno. Un policía me conminó a bajar de la bicicleta e ir a pie. En la siguiente esquina volví a su grupa, pero la calle tenía una estrechísima acera, cuyo acantilado caía sobre una calzada por donde venían los coches de frente. Dos veces tuve que frenar bruscamente para no atropellar a una madre con carrito bebé y un anciano con andador.

Por fin llegué a la ribera del Guadalquivir, allí donde el arpa plateada del Alamillo reposa sobre las aguas. Mi paseo fue entonces un verdadero disfrute. Tan plano y recto era el carril bici, tan dilatados y amplios los horizontes y había tan poca gente que, con el empuje de una ligera brisa, llegué placenteramente hasta la nueva Arca de Noé sevillana, el acuario donde viven confinados los peces de los seis continentes.

Crucé hacia el Parque y me tendí en la hierba, almorcé las viandas que llevaba en la mochila y, abrazado a la bicicleta en forma de almohada, me quedé dormido. Cuando desperté un sol rojo fuego se ponía por el altozano aljarafeño. Las cigüeñas reales estarían ya durmiendo en sus nidos marismeños. Al mirar hacia el norte contemplé la omnipresente Giralda. A su lado un moderno rascacielos rojizo, acabado en tajada de sandía, rompía el encanto del perfil aéreo del caserío tradicional. Era la Torre Pelli. Entonces me acordé del librito del poeta Joaquín Romero Murube: los cielos que perdimos.

(¢) Carlos Parejo Delgado

domingo, 9 de noviembre de 2014

Mutación metafísica

El Hombre es alambrada para el hambre
del hombre con minúsculas.

La última bucarda: investigación genética y biodiversidad (*)


Hace unos meses recibimos la desafortunada noticia de la desaparición del último ejemplar, una hembra, de la especie “Capra pyrenaica pyrenaica” o bucardo. Una desaparición indicativa de la tremenda reducción de biodiversidad a la que asistimos en las últimas décadas.

Lo cierto es que la desaparición de especies animales o vegetales no es algo nuevo ni, en principio, traumático, ya que forma parte de los mecanismos de la evolución desde la aparición de los primeros microorganismos en épocas remotas. La evolución, en su avance hacia la madurez de la biosfera, en una tendencia continua dirigida a conseguir un equilibrio siempre inestable entre todos sus elementos, permanentemente ha determinado la desaparición de especies que eran sustituidas por otras en general más desarrolladas y adaptadas a ese equilibrio. No obstante, el balance global de esa evolución ha sido, salvo episodios muy contados y con un origen aun no suficientemente conocido como el que ocasionó la desaparición de los grandes saurios, positivo en el sentido de que el número y la calidad (grado evolutivo y adaptación a los múltiples nichos ecológicos existentes de un modo cada vez más armónico con el conjunto de la vida) de las especies vivas han ido en aumento, configurando una biosfera cada vez más rica, diversa, madura y más cercana a un hipotético estado final de la sucesión evolutiva de las especies, consistente en unas comunidades finales muy estables o, lo que se ha denominado, situación clímax.

No obstante, esta dinámica evolutiva, cimentada en un equilibrio inestable en permanente avance hacia una mayor diversidad biológica, se ha visto alterada profundamente por la actividad del ser humano. Así, la acción antrópica viene incidiendo hace siglos en la reducción del número total de especies vivas, en un proceso que en la actualidad experimenta un crecimiento exponencial.

La desaparición de la última bucarda ha sido un episodio más en esa pérdida de biodiversidad, que es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la vida, de la que el ser humano forma parte como un elemento más, en la actualidad. Sin embargo, el avance de la investigación genética y de la experimentación en torno a técnicas de clonación parece devolver la esperanza en la recuperación de esta especie ya desaparecida. Ahora puede que aquel no fuera el último, sino el penúltimo ejemplar de bucardo. Esta recuperación de especies extintas, mediante la aplicación de técnicas de clonación, es algo que, en principio, puede resultar positivo. Sin embargo, realizada de manera aislada no dejará de ser una actuación más efectista que efectiva, al no incidir sobre la raíz de los verdaderos elementos y factores que, de un modo sinérgico, propician la alarmante pérdida de diversidad biológica del mundo actual y que, en particular, llevaron a la desaparición del bucardo.

Para que la lucha contra la pérdida de la diversidad biológica sea eficaz es necesario actuar sobre la fragmentación de hábitats, la destrucción y contaminación de ecosistemas, la desestabilización de las cadenas tróficas o la caza indiscriminada, entre otros ámbitos problemáticos. En este contexto, la clonación de especies desaparecidas puede abrir grandes posibilidades, pero tendrá muy poca utilidad o incluso puede resultar muy negativa si se utiliza como pretexto o coartada para seguir permitiendo y potenciando el avance de esos elementos y factores que propician el progresivo empobrecimiento y perdida de diversidad de la biosfera.

Hoy día hay muchas especies, como el lince ibérico, el quebrantahuesos o la cigüeña negra, que pronto podrían sufrir la misma “mala suerte” (valga la expresión, aunque los procesos de extinción a los que están sometidas tienen muy poco que ver con el azar y mucho con la actuación del hombre) que el bucardo.

Ante esto, y teniendo en cuenta los grandes avances de la investigación genética, sólo existen dos posibilidades. O actuar sobre esos factores que inciden en su progresiva desaparición, lo que permitiría mantener e incluso recuperar sus poblaciones, o (en uso de una visión antropocéntrica que encumbra al desarrollo científico y tecnológico como una nueva y única deidad capaz de solucionar todos los problemas del Universo) conformarnos con tener en el futuro un gran museo vivo de animales extintos, como recuerdo de la gran riqueza de la que un día formamos parte y perdimos para siempre.

En la fotografía: Celia, la última bucarda.

(*) Este artículo apareció publicado originalmente en octubre de 2000 en el diario Huelva Información y en la web de Rebelión.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Perdí la luz buscándote...

perdí la luz buscándote
entre la niebla cáustica
del silencio y la ausencia

perdí la luz los ojos

y ahora cuando pasas
a mi lado olfateo
aullando de dolor
por no poder mirarte
tu aroma a sombra muda

Fábula

Bah, están verdes —se dijo.
(Aquellos ojos verdes
en sazón, amadísimos,
negándose a mirarlo)

viernes, 7 de noviembre de 2014

Spam-ku (XXXVIII)

Nunca contigo.
Quizá a tu lado, a veces,
detrás del muro.

Nocturno

Busqué ciego y sin fe
al igual que se busca
el faro en la tormenta
o a un dios en ese instante
que precede al olvido.
Y me mantuve a flote
fingiendo la esperanza
de que aún era posible
alcanzar a brazadas
la isla del tesoro.
Más me hubiese valido
recubrirme de escamas
y abismarme en la hondura
del más remoto piélago,
lejos de luces fatuas
y arcángeles castrados.
Me equivoque y ahora
no soy más que piltrafas,
restos de un pez boqueando
bajo el cielo sin cielo
de un desierto de arena.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Por un pelo

Me sacó de mi sopor aquel prodigioso alarido de euforia salido desde el mismo fondo del alma del locutor de radio. Era una euforia, vistos los efectos producidos de inmediato en este frío y comedido narrador, sin duda, altamente contagiosa. Algo trascendental acaba de suceder en el devenir histórico -me dije; y me puse a pensar dónde cojones estaría la botella de cava barato que sobró de las últimas Navidades a fin de descorcharla y celebrarlo como la ocasión lo merecía. Sólo había sido un balón al palo.

La fonda (Agustín Casado)

El cocherito, leré
me dijo anoche, leré
a coro cantan las tres
mientras saltan a la comba

Que si quería, leré
montar en coche, leré.
Le dijeron que verygüé
y él se los lleva de ronda.

Y el cocherito, leré
en un inglé que es la monda
va y les cuenta que es la sombra

aquel hotel de lo que fue.
Y es que a medias van con él
los fantasmas de La Fonda.


Texto e ilustración: Agustín Casado

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Cagones (versión bestia)

A esos cagones que, en estos días, están pidiendo perdón, tras habernos violado analmente.

Me vas a perdonar, pero eres un cabronazo malnacido (*); ojalá te salga un herpes donde más te duela, pedazo de becerro (*).

(*) Aplíquese el género femenino cuando corresponda.

Seré tu amante bandido

En España ese refrán
sobre el ascua y la sardina
es sin duda una doctrina
a la que muchos se dan.
Véase si no el vasto afán
interesado y ferviente
que ha surgido de repente
en sujetos de caché
notable como Bosé,
por Podemos y su gente.

Y yo, que soy mal poeta
empeñado en publicar
un poemario sin tardar
en Hiperión o Planeta,
me he propuesto echarle jeta,
¡y qué si a pancismo hiede!
Compondré, como procede,
un poemario dedicado
al Iglesias, titulado
"¡No a la casta!" o "¡Sí, se puede!".

martes, 4 de noviembre de 2014

S.O.S. interestelar

El fuego purifica –según dicen
bomberos y pirómanos,
cadas cuales llevando
el ascua a su sardina o viceversa,
mientras maúllan famélicos
y sin fuerzas los gatos
ahogándose en las aguas
de un diluvio sin tregua.
Pienso en la podredumbre
del vertedero España,
en las ratas prolíficas
y orondas que se nutren
de sus rancios despojos,
y sueño, enajenado,
con el advenimiento
de una horda de alienígenas
devotos del incendio,
que erigen una pira
funeraria en la Plaza
Mayor de Ana Botella
y sus relaxing cup
of coffee de los güevos,
haciendo arder en ella
Constitución y leyes
hechas a la medida
de ratas y rateros,
para luego aventar
en las tibias cenizas,
el germen, la semilla
de otra España, una España
limpia y sin alimañas,
La “España de la rabia y de la idea.”

Cagones (versión moderada)

Al margen de onanismos litúrgicos sin pies ni cabeza, pedir perdón por una falta sólo tiene sentido cuando se solicita por una acción u omisión que produjo a otros un perjuicio de manera no intencionada ni prevista. Pero cuando ese daño ha sido perpetrado con premeditación, nocturnidad y alevosía; cuando el hecho o la omisión han sido originados por el pérfido deseo de sacar tajada a costa del dañado, venir a pedir perdón una vez que te han pillado, supone transmudar la afrenta en ignominia, una burla intolerable. No, en estos casos ni se pide perdón ni se perdona; se apechuga con las consecuencias. O eso, o ganarte, amén de la ya atesorada de criminal o delincuente sin escrúpulos, la condición de cobarde.Y ya hay bastante mierda en esta inmensa letrina en la que han convertido a España, para tener que aguantar a una horda de ruines y apestosos cagones.

lunes, 3 de noviembre de 2014

La luz inútil

No sé cómo empezó
lo que nunca empezó.
Tal vez fuese el pezón
erecto y desafiante
bajo la transparencia
de la camisa blanca.
O tu risa imponiéndose
al fragor de los ebrios
y la música. El beso
en la mejilla. ¿El beso?
¿Tus pezones? ¿Tu risa?
Hoy tan sólo recuerdo
tus ojos de amazona
caída del caballo
taladrándome el alma.
Tus ojos. Esos ojos,
que, luego de algún tiempo,
se mudaron alfanjes
huidizos que, en lo oscuro,
cercenaron de un golpe
de desdén mi cabeza.

La encuesta

La última encuesta de ENDOSCOPIA sobre la situación sociopolítica de España, destaca, entre sus conclusiones, que "Esto es una mierda".

Escenas sevillanas (3): Los mendigos -segunda parte- (Carlos Parejo)


Los músicos callejeros conviven pacíficamente con los mimos urbanos. Algunos son especímenes genuinos y únicos en su género, como el bluesman Little Boy o el Mariachi de Triana. Hay también media docena de guitarristas-concertistas. Tocan melodías entre las dos aguas de los maestros Joaquín Rodrigo y Paco de Lucía. Los puedes ver en la Milla de Oro, entre la Giralda, la Catedral y al Alcázar. A su alrededor hay un público que se sienta en las gradas de la Plaza del Triunfo o del Archivo de Indias. Al escucharlos se les aviva la imágen de una Sevilla más romántica y soñada que nunca más habrá.

En el eje Puerta Jerez-Avenida-Campana se sucede, por el contrario, un improvisado festival de músicas del mundo. Desde breakdance y pop rock hasta concertistas clásicos centroeuropeos y eslavos, pasando por grupos de folklore andino o caribeño, comparsas gaditanas, bailaoras flamencas. Un poco de todo, como en botica.

Cervantes hablaba en el siglo XVI de que Sevilla era la capital mundial de la picaresca. Y a fe mía que, aunque ha disminuido, está lejos de extinguirse. Paseando por estas calles te ves asaltado por el hombre que ha perdido el mismo autobús al mismo pueblo un día tras otro porque le falta un euro; o aquel otro que te quiere encasquetar una tarjeta con la imagen religiosa benefactora, con las muchachas que se fingen sordomudas o con la gitana que de un tirón te lee el futuro en la palma de tu mano.

Estas decenas, quizás cientos, de mendicantes forman parte indisoluble de la Sevilla histórica. Son como la sal y pimienta que entretiene y sorprende al viandante. Si faltaran la ciudad seguiría siendo igual de bella, pero mucho más aburrida y previsible: gentes y ciclistas corriendo de aquí para allá, monumentos, bares y escaparates de comercios.

(¢) Carlos Parejo Delgado

domingo, 2 de noviembre de 2014

La cruel fragilidad de la memoria

Cuando el Gran Hombre Negro
con corazón de piedra
igual que el del Gran Hombre
Blanco lo prometió,
apenas hubo nadie
que no depositase
su fe en aquella muestra
de que algo abominable
podía estar cambiando.
Pero ha pasado más
de un lustro y todo sigue
igual que en el pasado.
O peor; porque lo cierto
es que hoy nadie recuerda,
—ya apagados los ecos
del dolor como efecto
del silencio mediático—
la tortura y el trato
inhumano que aún sufren
los presos sin juicio
cautivos en Guantánamo.

El alto precio

esa moneda falsa
echada y suspendida
en el aire lo mismo
que el sol sobre una enjuta
calavera sin mombre
olvidada en los páramos

sábado, 1 de noviembre de 2014

Luna roja

Sobre una piedra negra
del sacrificio aúllo
devorando mis ojos
en tanto que los tuyos
se pudren en las sombras.