Un viento preterido y macilento, marchito y sin oxígeno, irrumpe y atraviesa indiferente su agónico pulmón ya sin aliento, haciendo reventar en mil pedazos el alma inconsolable de la fugaz crisálida.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Si me preguntan qué quiero ser en otra vida, diré…¡Cualquier cosa, menos una crisálida!
Siento una pena.
Besos
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