Dos veces cada día en el reloj, silente, tras su muerte, la hora exacta. Pero es sólo una herrumbre sin futuro, sudario sin aliento de un ahora ahogado en la zozobra de lo ausente. Dos veces la hora estática, el espectro, exánime epitafio del olvido.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Qué difícil te me has venido hoy! Efecto Navidad?
Ay.
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