domingo, 25 de diciembre de 2011

El coco y yo


estos poemas náufragos
que vomito en la arena
no son una botella
al mar con la esperanza
de que alcancen un día
sus versos otras playas

son sólo en esta isla
desierta y apartada
una conversación
ficticia con un coco
al que puse peluca
y pinté una mirada

monólogo en que finjo
ser escuchado un eco
tratando de este modo
de huir de la locura
que en este hondo silencio
me acecha agazapada

estos poemas náufragos
que al subir la marea
entre espuma y salitre
el océano arrastra
dejando desolado
al coco sin palabras

4 comentarios:

Vivian dijo...

Iré a rescatarte!!
(En una balsa cubana)
No te muevas
No te muev
No te
Glup

Vivian dijo...

Después de esa payasada me rectifico como comentarista. Los dos últimos versos son hermosos..."Es que a veces me he sentido un coco sin palabras, sin agua, sin palmera (un coco huérfano en su existir), un coco hueco, un coco seco, un coco que le teme al cuco.

Mis besos (aún ebrios) O era ebrios aún?

Anónimo dijo...

El poema adopta un curioso tono de tragicomedia. ¡Nada más divertido y trágico a la vez que un coco pintado con labios de mujer para acompañar al naúfrago que todos llevamos dentro¡

vir_Vir dijo...

Me gusta el poema_coco...
:)