lunes, 30 de abril de 2007

Nochebuena (un relato de Eduardo Galeano)

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua.

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En casa lo esperaban para festejar.

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los enfermitos la andaba atrás. En la pernumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizás pedían permiso.

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

- Decile a ...- susurró el niño-. Decile a alguien, que yo estoy aquí.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Espeluznante!.

Rafa, amigo, siento cierta envidia saludable por los que entran en tu página diariamente. Conmigo, ultimamente, se obceca el tiempo.
Gracias por enviarme el poema, no era ese, me refería al que compuso en memoria de Federico, finalmente lo encontramos y lo leimos. De todas formas, el que enviaste lo conocía, aunque no lo recordaba. Hubiera valido igualmente, es precioso. Lo recogo para nuestro archivo.

Un beso

Anónimo dijo...

Decile a alguien, que yo estoy aquí".
¡Qué sentimiento de abandono!
Buen día PAQUITA

Anónimo dijo...

se me ha amontonado algo en los ojos al leer la última frase.
Un beso.

Anónimo dijo...

A mí, además de "amontonárseme", se me ha "desmontonado" una cascada de lágrimas...si es que...si es que...en este blog se llora también que no veas...

snifg Rafa sos un "wuebón" snifg snifg

Anónimo dijo...

vale, pues ya conocéis mi egocentrismo, yo he llorado de rabia...¡ nunca podré escribir algo así !...decile, decile a...alguien que yo también escribo

Anónimo dijo...

A LARREY :

a mí ya me lo dijeron, "lindo boludo" seguid seguid escribiendo, ché.

Abrazotes