sábado, 7 de abril de 2007

Lo más sencillo no era el amor

(Retorciendo a Benedetti)

Mientras que él buscaba en sus delirios, un umbral dónde poder compartir momentos comunes, ella acudía a la consulta de un psiquiatra, para tratar de sumirse de nuevo en la cordura.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Ella la más cerebral y el...

Ella termina pr enamorarse del psiquiatra y el se queda desamparado por los portales...

Tu Mar

Anónimo dijo...

Pero ella estaba loca por él,(él era el Psiquiatra), estaban juntos y no se reconocían, muy común, y para volverse locos.

Este ha sido mi momento de locura del día, jeje.

Anónimo dijo...

LA PSIQUIATRA (ESCENA 1ª)

Desde que la locura la había abandonado, su "cuerdo" proceder la iba separando cada vez más de la vida; hasta llegar a transformarse en la "sensata" persona que nunca quiso ser.

Anónimo dijo...

LA PSIQUIATRA (ESCENA 2ª)

Siempre que acudía a su consulta, ella perdía la "cordura" que le caracterizaba; aquella que desde su condición de psiquiatra, pretendía comunicarle a él.

Anónimo dijo...

LA PSIQUIATRA (ESCENA 3ª)

Convencida de que ya no le era posible vivir sin su loco captor, terminó por desarrollar el síndrome de Estocolmo

Anónimo dijo...

Definitivamente, los locos están encerrados en los despachos, los que dialogan con las golondrinas son los cuerdos. ¡Y quedan tan pocos...! Se nos han olvidado las fórmulas que nos disuadían de acudir a los psiquiatras. No hay en el mundo fármaco ni terapia que pueda sustituir a un buen revolcón. ¿o no?. Pues eso, que si el cambio climático nos pilla de repente, por favor, que el calentamiento del planeta se concentre en nuestros instintos menos cuerdos.
Almejas a la marinera y vino de Rueda.

Anónimo dijo...

Pues sí, sí que lo hemos retorcido. Y han salido varias historias. Contrapuestas, complementarias, imposibles, inesperadas... Como la vida misma.

Y sí, creo que la terapia del revolcón es la mejor de las mejores.

Abrazos.

Anónimo dijo...

A folla, a folla kue er mundo se v´acaba!!

Mar

Anónimo dijo...

y si no se acaba pues también, qué cojones, que mientras se acaba y no se acaba nos vamos haciendo mayores, viejos y pellejos, y ya sabeis que hay ciertos pellejos que con la edad y sin viagra no siven paná. Asi que, no perdamos el tiempo escribiendo y a practicar, coñiiiiiiio, aunque sea con la estatua de marmol esa que nos a puesto el Rafa aquí, abajo a la derecha, tan prieta y tan dura ella, mírala, si parece que no a roto un plato la joía.

Anónimo dijo...

Eso, eso, Kai, ya sólo falta el rock and roll. La pobre Venus, al parecer, quedó así después de folgar largamente con Marte. Él se negó a salir en la foto, que Ella, a pesar de los "rotos", fue la que ganó con creces tan ardiente "batalla". Y es que donde se ponga la diosa del amor, que se quite el dios de la guerra ¿no? Y es que Ella sabe como llevárselo a su terreno.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Por cierto, es impresionante como el artista dota de vida y de calidez a un simple trozo de marmol, tan frío, tan asociado habitualmente con lo muerto. Parece que estuviese respirando y casi puede olerse el aroma de su piel. Sin duda una gran obra de arte.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Ella estaba ahí, en la piedra, el artista no hizo mas que dedicarse a quitar lo que sobraba.

Anónimo dijo...

"Un día, el papa Julio II miraba a Miguel Ángel, uno de los más grandes escultores de todos los tiempos, atormentándose por tallar rápidamente un bloque del mármol.

Él le preguntó: "Pero, ¿porqué esculpe tan fuertemente?"

Miguel Ángel le contestó: "¿Acaso no ve que hay un ángel cautivo en ese trozo de mármol? Lo que hago es tratar de liberarlo". "

Mar

Anónimo dijo...

Bendito delirio, bendita locura. Si la cordura es eso ¡que la den! PAQUITA

Anónimo dijo...

En los ojos de la estatua
un destello de locura
cada noche la delata
¡cobra vida la impostura!

Creo, sí, que, realmente, sólo viven los locos.

Besos y delirios.

Anónimo dijo...

la psiquiatra acudía a una psiquiatra que a su vez acudía a otro colega que se curaba con una colega que tenía que ir a una psicóloga que era aficionaba a una psicoanalista que, cansada de colegas, se desfogaba con la protagonista de tu relato...
¿no te animas con otro para el concurso?

Anónimo dijo...

Ufff....
Verás, Larrey, encantada de saludarte, ya pasé por tu blog y me gusta mucho, cierto; Te decía que si me pongo a hacer un relato o un poema o algo, seguro no me saldrá nada, yo, he comenzado a expresarme de esta forma-informal y libre en esta "terapia poética" del amigo Rafa; y no me propongo nada, me dejo llevar por las olas que encuentro cuando visito esta "isla exclusiva".

Te doy libertad para que traslades, si te apetece, las expresiones que te gusten, si es que hay alguna, mías en este blog; si a Rafa le parece bien, porque es su blog.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Venga, Milena, lanzate y envía un relatillo, sinvergüenza... No, no! he querido decir sin vergüenza, je, je.

Un beso.

Ps. Esto se lo decía siempre mi padre a los amigos que venían de vez en cuando a comer a casa.

Anónimo dijo...

tac tac tac toy aquíii
buenas noches

Anónimo dijo...

Ufffff Rafa !!!