Soy ateo… por la gracia de dios; pudiera ser. Y, tal vez por ello, soy consciente de que este mundo que me ha tocado vivir ha sido creado por una serie de desaprensivos sin escrúpulos y sin el menor respeto por la Naturaleza ni por los seres humanos. Unos auténticos demonios, vampiros de vida, ilusiones y utopías. Unos demonios que se creen dioses en el Olimpo putrefacto que han parido desde sus vientres estériles. Pero yo soy ateo, y tampoco tengo fe en ellos. Ni estoy dispuesto a postrarme de hinojos ante sus altares para adorarlos, empujado por el interés o el miedo.
La ilustración es una creación de Gustave Doré, titulada "La caída del diablo".
7 comentarios:
es lo malo de los ateos, que tampoco podemos creer en el infieron, aunque nos queme
No me extraña.....
Tienes tu propio cielo
A RAFA y A LARREY:
Hay una sorpresa en la entrada 53 de Filoabpuerto para vosotros
Abrazos
pues yo tengo fe porque necesito tenerla, pero no voy a misa entre otras cosas porque también soy muy consciente de lo mismo que tú.
Un beso.
Lo mejor de ser ateo es no creer en los pecados. El cielo y el infierno están tan cerca, tan próximos a nosotros, que a penas si nos percatamos de sus presencias. A menudo ambas cosas están en una sola mirada.
Tocino de cielo y moscatel.
Bueno, chic@s, yo soy ateo, pero esto no quiere decir que no tenga fe. Tengo fe aún, o quiero tenerla, en los seres humanos (en los deshumanizados no). Ese es mi dios. Y es verdad, el cielo y el infierno, están muy cerca, o, la mayoría de las veces, muy adentro.
Gracias, filoadpuerto. Me ha encantado.
Abrazos.
Ni estoy dispuesto a postrarme de hinojos ante sus altares para adorarlos, empujado por el interés o el miedo".
Si hay que dar una paliza a alguien ... ¡avísame!
PAQUITA
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