jueves, 5 de abril de 2007

"La dorada" y "La cena del condenado"

La dorada


Él no era más que un transgresor. Por su cumpleaños, le regaló un poema fundido a las vísceras de un pescado. Ella lo limpió, concienzudamente, y lo hizo al horno. Con mucha sal, como mandan ciertos cánones.


La cena del condenado


Tómese una dorada bien fresca (no ha de tener en sus ojos esa turbidez propia que se desprende con las lágrimas resecas de los muertos).


Introdúzcansele unos versos -a ser posible propios y que no estén impregnados de ese regusto evidente a plagio, tan característico de ciertos poemas- todo lo cerca que permita la esencia de los jugos biliares del pez, sin que alcancen a contaminarse mutuamente.


Agregar un poco de vinagre, y dejar macerar durante unas horas (es preferible que sean horas de sesenta minutos y que cada minuto se desparrame durante sesenta segundos hasta su último suspiro -o tictac, que, para el caso, viene a ser lo mismo-).


A continuación, proceder a limpiar bien el resultado, si es que algo digno de ser limpiado resultase, poniendo especial atención en no quebrar ningún verso, que, a veces, sangran.


Cubrirlo todo de sal y meter al horno, previamente precalentado a temperatura de deshielo, hasta que se haya visto completamente calcinada la cocina.


Entonces, llamar con urgencia a los bomberos, así como a algún especialista en salud mental (por si fuera preciso prestar apoyo psicológico a algún miembro del cuerpo, demasiado sensible).


Tras ser apagado el fuego, tómense los versos, procurando evitar el contacto directo con las manos, colóquense en una fuente de cerámica quebrada, y déjense enfriar por unos años (a ser posible de 365 días, se admite uno más en el caso de los bisiestos).


Finalmente, sírvase bien frío, como plato único, sin entrantes ni postre.


Et voila... Hay quién asegura que, además de poder llegar a resultar delicioso para paladares expertos en sinsabores, no deja de ser un alimento muy completo (ideal para soportar el tránsito interrumpido de aquellos que se dirigen al cadalso y se quedan anclados en el corredor de la muerte).


Bon appétit.



A petición del Kaiman de la Bahía, dejo este relato (La dorada), que tanto dio que hablar en su momento en la web de onubenses. A raíz del mismo, y partiendo de uno de mis comentarios a los comentarios, escribí también este otro texto loco (La cena del condenado), al cual encuadré en el género poético -por encuadrarlo en algún lado- y que publiqué en el Portal de El Recreo.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Como sabes... yo pokito y con calma, si el cocinero se deja ayudar en la preparacion... como k si me viene un bombero komo akel del perfume "no se qué" yo le ayudo a incendiar lo ke sea jjijij

De postre natillas y Matusalen?

Tu Mar

Anónimo dijo...

Gracias Rafa, lo necesitaba, si tuviera ahora mismo, aquí a mano, algún galardón literario te lo otorgaba. Es sublime. Huelga decir que es uno de mis textos favoritos. Con este te saliste del plato, o de la bandeja, que eres mu grande tio.
Dorada y vino de Jerez

Anónimo dijo...

Pues id dejando vuestros menúsas recetas.

Un abrazo.

Ps. Mar: Natillas y Matusalen es uno de los pocos postres que admitiría esta singular receta para cocinar la dorada.

Anónimo dijo...

Ayer inventé un nuevo menu de lo más sugerente, a ver que te parece...
Revuelto de piernas cruzadas falmbeado con sudor orgásmico.
Besos lenguaraces con almibar de saliva incandescente
y de postre, cuni lingus con agitación de aire y flujos caramelizados.
De beber un chorrito de leche condensada sobre vientre de galletas.
a ver quíen se resiste ¿eh?.

Anónimo dijo...

Delicioso.

Abrazos de gourmet en paro.

Anónimo dijo...

A KAIMÁN

JO, tio, y con esa "peaso" lengua de cocodrilo....uffff

Anónimo dijo...

La confección de la dorada te quedó de lujo, sí, requetebuena. Dan ganas de ... lo que sea.
PAQUITA

Anónimo dijo...

De entrantes podemos degustar miradas persuasiabas, con juego seductor de manos y piernas femeninas.

Luego de 1º a escojer entre_

- Deliciosos pecados carnales de las tierras bajas del monte Venus, flambeado con exquisitos jugos derramados entre convulsiones y gemidos...

- Suculentos espasmos cabalgados al unisono de orgasmos clitorianos sobre hueso pubico, con aureolas al dulce bocado de tu boca...

De 2º a escoger entre:

- Juegos masturbatorios al nº69, con orgasmos multiples al compas de besos de diablo.

- Pliegues a las succiones vertiginosas entre cinturas encorvadas y suplicas al divino. (Especialidad de la casa)

Y de potre a eligir entre:

-Pezones duros del tiempo

-Guarnicion de besos y otras acometidas en bajos semierectos

-Volvamos a por el siguiente hasta rendirnos

Besos y manjares varios por cuenta de la casa.

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Si ejk ti exa una cosinera de la lexe!

Mar

Anónimo dijo...

A MAR:

Y que lo digas...! una genialidad de menú, Mar, nos has preparado y es que en este blog, más de una vamos a perder aquello de la "deicada curva de la espalda", que tengo buena memoria...

Verás, como yo estoy a dieta, porque en esto del amor una no puede darse atracones, que luego lo paga con caros desquicies, voy, si te parece, a empezar por el postre: una guarnición de besos, sin acometidas a ningunos bajos,"tamos en los prolegómenos", oye, y después, juego seductor de manos y piernas , el entrante que ofreces .

Un poco rara, sí, es que soy rarita, pa que te lo voy a negar...
y tengo que dosificarme toíto... además, es bueno que me quede con ganas, así volveré a tu menú, de nuevo pa degustar otros de esos excelentes manjares que nos presentas.

¡Juegos de miradas y de manos para tod@s !

Anónimo dijo...

Milena cariño, para ti barra libre, sirvete al gusto...

Besitos de Mar

Anónimo dijo...

¿Cuándo quedamos pa cenar? chicas, jajajajajaja.

Besos.

Ps. Mar, seguro que a esto también le sacas punta, joía.

Anónimo dijo...

Juassssssssssssss siesque me lo pones a web pixá...

P.D.: jajajajajaja a que llamas "esto" jajajja ;)

Anónimo dijo...

Y todo servido en excelente vagina de la Cartuja de Sevilla, uyssss, perdón, quise decir vajilla, ¿en que estaría yo pensando...?
Pan y agua. (Es que después de los menus descritos ¿qué voy a poner?)

Anónimo dijo...

jajajajajajajaja me meo kai jajajajajaja que punto jajajajaja... Besos de Mar

Anónimo dijo...

Eh!, la Cartuja de Sevilla? Eso es un clus d'alternes? Por qué zona queda, plis.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Jajajajajajaja Rafa, la Cartuja esta entre donde estas tu y donde vivo yo, aunque tu tienes coche... yo como no coja un taxi... jajajajajajajajaja me meo kon kai

Tu Mar