domingo, 8 de abril de 2007

El genio

- ¡Qué no me deje, no, qué no me deje; qué siempre, siempre, permanezca conmigo! –fue su tercer y último deseo, cuando ya todo lo hubo perdido. Y lo tuvo para siempre, como maraña de espinos, clavándose en su memoria.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces no lo perdio todo... le quedo su memoria...

Tu Mar

Anónimo dijo...

Jodó, pero como maraña de espinos.
Con todo, más vale eso ... que nada. PAQUITA

Anónimo dijo...

Bueno, de todos modos, si os encontráis una lámpara "maravillosa" y os decidís a frotarla, ajustad muy bien al significado de vuestros deseos al significante de las palabras que uséis. Qué después no quiero quejas, eh!, que el que avisa...

Besos de mil y una noches.

Anónimo dijo...

ESo eso ... y si despues de frotar el genio en vez de salir te escupe... es k no es lampara... pro de tos maneras relajate y disfruta juasssssssss

;)

Anónimo dijo...

Jó Mar, no pierdes ripio.
Más besos. PAQUITA