Tan yerma,
Y ahí,
Frente a los labios resecos,
Aguas de un río cantando
Que me esquivan como sueños.
Boca henchida de tormento,
Y un anhelo, renegado,
De desiertos y silencio.
Boca henchida de tormento,
Y un anhelo, renegado,
De desiertos y silencio.
7 comentarios:
Condena
Condena el saberte lejos,
el necesitar tus ojos,
tus caricias, tu voz,
tortura que mezo en mi silencios
llorando sin lágrimas,
amoratando mi mundo,
arrastrando un anónimo.
Sin embargo, yaces a mi vera
como si fueramos dos extraños
en una estación de tren,
un tren que no va a llegar...
Tu Mar
Precioso Mar
¿Te molesta si te digo que :
a)le falta una consonante
b) no le falta una consonante, pero en ese caso le sobra otra?
Tú me dices ¿vale?
Un abrazo
RAFA:
El poema, como siempre, lindo, penetrante, ¡da una sed leerlo....!
Ainsss perdonad, perdonad... le falta, le falta...
"... tortura que mezo en miS silencios..."
Lo siento, es lo malo de improvisar...
I`m sorry
Ajá,...porque podía ser :
mis silencios
o
mi silencio
Nada de perdonar...¡Qué suerte tienes, chica, con eso de improvisar... ¡qué derroche de talento y de sensibilidad...!
Un abrazote
Gracias cielo por tu paciencia, criterio y palabras...
Mar
Gracias, Circe.
Precioso poema, Mar. Los improvisados, cuando salen del tirón, como un trino o aullido, son casi siempre los más bellos.
Besos.
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