Ella: Espero que, aunque yo haya decidido terminar nuestra relación para siempre, sigas manteniendo en secreto aquellas confidencias que te hice cuando aún confiaba en ti.
Él: No habrás de preocuparte por tal cosa. Ahora, más que nunca, soy lo mismo que una tumba.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
9 comentarios:
¿le temblaba la voz?¿desviaba la mirada?¿elevaba la barbilla?. Mentía.
Que martir..
Ojito con la cuestión, que hay tumbas abiertas, tumbas con lápidas como enciclopedias, tumbas de las que se levantan espectros y ectoplasmas parlanchines, psicofonías que espetan gritos y lamentos de amor huído, tumbas que guardan mártires apasionados, presos de secretos volátiles que hacen equilibrios con la necesidad de recitar poemas de amor y muerte. Y lo peor de todo, hay cadáveres penitentes que siguen amando mientras cargan a sus espaldas las lápidas de todos sus fracasos.
Llamemos a Iker Jimenez que la cosa apunta a misterio.
Salpicón de marisco sobre aguacate hueco y Mateus bien frio.
No te fíes, larrey, de la veracidad de eso que podríamos llamar lenguaje reflejo visual, que te puedes llevar inesperadas sorpresas.
Y, a veces, tampoco conviene tener demasada confianza en el silencio de las tumbas, es cierto, Manolo.
Mar, hay mártires que nunca lo fueron, que nunca quisiern serlo, pero sorpresivamente, para ellos, acabaron en la arena, y el "pueblo", ebrio de sangre, los proclamó.
A-brazos partíos.
Hermoso blog, volveré a visitarte!
Gracias Alejandra. Ésta es tu "casa" y siempre serán bien recibida. Yo tampoco dejaré de visitar la tuya. Me ha gustado mucho lo que por allí he visto.
Abrazos.
¿y los demás?¿nos quedamos sin saber donde fantasea Alejandra?
larrey, pincha en su nombre en el comentario que hizo... et voila.
Abrazos.
¡Como si no lo supiera de sobra! El caso es decir algo ... como yo.
Besos. PAQUITA
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