viernes, 25 de mayo de 2007

Cuando la lánguida rama

Cuando la lánguida rama,
no soporta ya más peso
y se quiebra en un suspiro
con acordes de lamento
es el momento preciso
de desplomarse al abismo...
O volar surcando el cielo.

(Ten tus alas bien dispuestas
para henchirlas con el viento).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

EFECTIVAMENTE ... todo pude ser una cosa ... u otra bien distinta, depende ... de como queramos/ podamos enfocarlo. Buena noche y que pases una noche sosegada ... o como la prefieras. PAQUITA

Anónimo dijo...

Una pasada rápida y este me encandila,¡Qué tendrán algunos poemas!
Besos

Anónimo dijo...

Ya sabes, Paquita, "nada es verdad ni mentira..."

Gracias, Mamen. Un secreto, dudé si colgarlo aquí, pues, sinceramente, me salió prácticamente del tirón en no más de un minuto. Quizá es por eso que gusta.

Besos

Anónimo dijo...

Hay que tener siempre las alas bien dispuestas, y ahora que lo releo te digo que es precioso y sobre todo esperanzador, no acostumbro a leerte este tipo de poema, me gusta.
Un abrazo, deseo que todo te vaya bien.