lunes, 28 de mayo de 2007

Loco lamento

(Agua acero)

…y sosteniendo el cielo derrumbado como un sollozo retenido.

Vicente Aleixandre.


Trece siglos de hecatombe como iglesias de aguacero,

Y noctívagas ebriedades de murciélagos sordos:

Polvo y ceniza en la marea. Mudo albañal. Todo barro.

Lúgubres ciénagas de túmulos sin plañideras

Van velando un funeral de emociones continentes,

Y una calidez, como de sol, inesperada en el rostro,

Penetra en las pupilas de los ojos renegados sin mirada

Que husmean las breves raíces de la feraz tormenta en flor

-Por si acaso un porsiacaso, cual pecado, los siete colores capitales

Se arqueasen musicales en virtudes de aroma manifiesto y de peces de alas blancas-.

Pero ya no es tiempo de acuarelas, ni el fulgurar de un relámpago

Abre sus suspiros sin disfraces como pétalos y vuelo.

Ocho círculos sin tangente se han cerrado a cal y cardo;

Y en la antesala: un viento -puerta abierta como fauces y candado-.

Me presagio en un fondo frío de brasas de hielo en sangre:

Pilas de cobalto añejas para un péndulo de vaivenes oxidados

Y agujas que se quiebran en añicos y asperezas

De una bruma de obsidiana…

Estéril.


Doce de noviembre de 2006

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo y vuelvo a leer el `poema y me hace sentir como si describieras un holocausto. Las palabras pueden llevar dureza pero el resultado es no dejar indiferente.Y a mí no me ha dejado.

Un beso.

Anónimo dijo...

¡Cuántas imágenes infinitas!
y elijo una, que refleja lo que el poema me ha evocado:
"brasas de hielo en sangre".

¡Una genialidad!

Besos

Anónimo dijo...

Sobervio. Es como la imagen de una pesadilla truncada en mitad de una salida hacia un final incierto. Has vuelto a demostrar la fuerza increible de las palabras. Enhorabuena.
Vino y besos.

Anónimo dijo...

soberbio

Anónimo dijo...

Gracias malena, alejandra, Kai.