martes, 8 de mayo de 2007

La invasión

Año 31.313 de la era de Acuario. Cuando, hace ahora apenas seis meses, logramos contactar con ellos, lo consideramos como el mayor avance de toda nuestra Historia, por el posible impulso para el progreso de nuestra civilización que podrían suponer los grandes y novedosos conocimientos que sin duda nos aportarían estos argonautas venidos desde tan lejos en el espacio. Y para mí fue una satisfacción personal al verse confirmada la teoría sobre la que venía trabajando desde cuatro décadas atrás: no estábamos solos en el Universo, existían en sus más ignotos confines otros seres dotados de un alto grado de inteligencia, que probablemente sería muy superior al nuestro.


Pero nuestro júbilo inicial se tornó en desesperanza, temor y desconsuelo, tan sólo hace trece días, cuando comenzó la invasión, y estos seres, sobre los que habíamos depositado tantas esperanzas, empezaron a mostrarnos su verdadera esencia. Unos parásitos que, tras arrasar su planeta de origen, no han dejado de vagar por el espacio a la búsqueda de otros mundos que pudiesen albergar algo de vida. Su objetivo nunca ha sido encontrar un nuevo mundo sobre el que poder asentar de nuevo su civilización. Son nómadas del espacio cuyo único propósito reside en perfeccionar la capacidad de sus tecnologías destructivas para arrasar todo vestigio de vida allí donde acaban cayendo desde el espacio como una plaga. Y, ahora, es nuestro planeta el laboratorio que están utilizado para continuar desarrollando su maquinaria de destrucción y guerra.


Año 31.313 de la era de Acuario, el año del fin, de la destrucción total. Un final que ya es inminente e inevitable, tal vez, sólo cuestión de unas horas.


Su planeta de origen, hoy una masa inerte a varios millones de años luz del nuestro, se sitúa a 27.700 años luz del centro de una galaxia desconocida para nuestro mundo, y que es recordada por ellos con el nombre de Vía Láctea.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Actualmente somos para nosotros un enigma y un pozo de egocentrismos...deveriamos intentar preservar lo k tenemos...

http://www.youtube.com/watch?v=a_ev1l9Ezzk

Anónimo dijo...

Ojo al dato..., Aún hay esperanza. Mi primo, que participó en la novena guerra espacial de la tercera era, me comentó el otro día mientras saboreabamos un delicioso tubo de oxígeno, que dentro de las filas de los terricolas han empezado aparecer desertores, se trata de un grupúsculo de humanos capitaneados por un "comité de alumbrados", entre los que se encuentran algunos filósofos, poetas, un pastor de ovejas cibernéticas, el chip de la mente de Stephen Hawkings, un autor de chirigotas de un viejo carnaval que se celebraba en la Tierra, dos actores de teatro galáctico y un cómico criogenizado. Como podeis ver, y dada la categoría de estos lideres clandestinos, puede que la rebelión triunfe y aún tengamos esperanzas para la paz y la convivencia.
Oxígeno batido y revuelto de polvo de estrellas.

Anónimo dijo...

hacia mucho que no recibia noticias... todo va como habiamos previsto que no iria.

Anónimo dijo...

todo va como habiamos previsto que no iría"
Genial, todos estupendo y
estoicolgado ... demasiado.
Buena noche ¿láctea
PAQUITA

Anónimo dijo...

Jo, a esos que dices, Kaiman, los dejaron en el primer asteroide que encontraron. Ahora hay montado una especie de club donde se lo pasan pipa. Eso sí, difícilmente pueden desde allí salvar el Universo.

Je, je, estoicolgado, sí, sí, suele pasar.

Abrazos