sábado, 5 de mayo de 2007

Knockout (la iniquidad)

Tras varias prórrogas sin ser capaces de acordar un claro vencedor, y en vista de que ninguno de los dos arrojaba la toalla, los jueces determinaron que el combate sólo podría ser decidido mediante el sistema de muerte súbita.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Terrible, espectacular.

Anónimo dijo...

Esa es la batalla de los los que nunca ceden, de los que se saben combatientes de una batalla invencible, de los que se saben luchadores sólo luchadores y no vencedores pero tampoco vencidos

¿la batalla es la del amor?

"Vengo con tres heridas.... la del amor, la de la muerte la de la vida...."

así estamos, de cicatrices...

Abrazos ,muchos abrazos

Anónimo dijo...

Voy con la seda y la aguja de coser, permisoooooo.

Anónimo dijo...

Creo que quien sabe luchar no pierde, por tanto siempre k luches ganaras algo...

Tu Mar

Anónimo dijo...

Ay, sí, por favor...

hay muchas heridas que suturar, preciosa

Ufff como tengo hoy el día. El video no lo pude escuchar entero

Chaíto que estoy mu tonta hoy

Anónimo dijo...

Pues sí, Ignacio, terrible, y, aunque no seamos conscientes, asistimos -e, incluso, somos protagonistas- a situaciones similares en numerosas ocasiones.

Podría ser, Milena, la batalla del amor. Pero también otras. Y creo que nunca podemos estar seguros de ser esos luchadores que ni vencen ni son vencidos. La lucha cansa y, no, Mar, siempre reporta algo positivo. Pero hay que luchar, claro que sí, pero sabiendo arrojar la toalla, por uno o por el otro.

Abrazos.

Anónimo dijo...

No no Rafa si acaso se tira la talla por uno mismo, el otro se las avie como pueda o sepa... si vas de samaritano sales magullao Rafa... te lo digo por experiencia...

Tu Mar

Anónimo dijo...

¿Y quien muere? uno, los dos o los jueces. PAQUITA

Anónimo dijo...

Oño Paquita aqui teneis un afan por cargaros a la gente: Larrey se cargo el otro dia a un pavo y a una mama, Rafa termina sus cuentos casi siempre matando a alguien y ahora tu... amos amos...

Quien dijo miedo habiendo hospitales...

Anónimo dijo...

Espero que no muriese ninguno, aunque, sin duda, salió bien magullada la justicia.

Abrazos