España es un Estado extrañamente aconfesional: en las escuelas se imparte la DOCTRINA católica. Pero tal aberración pedagógica y democrática no se considera adoctrinamiento. Por el contrario, sí se califica como adoctrinamiento el hecho de formar al alumnado en valores cívicos y para el libre ejercicio del pensamiento crítico. Tales son, al menos, los 'argumentos' de los autodenominados 'liberales'. Qué duda cabe, "España es Una, Grande y Libre y diferente, y los españoles, muy diferentes y mucho indiferentes". Fin de la cita. Una vez más, apócrifa.
(Necionalcatolicismo)
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