'Sueñan las pulgas con comprarse un perro"
E. Galeano.
Cualquier día de estos amanecemos con las cuerdas vocales extirpadas. Son tantos y tan crecientes aquellos que, con mayor o menor ostentación de victimismo y su particular sensibilidad herida por un quítame allá esas pajas o un "aún no me conviene despojarme de la máscara", nos exigen silencio con respecto a lo que les molesta o inquieta, que corremos el serio peligro de, más temprano que tarde, acabar enmudecidos, y, lo que sería más grave si cabe, de terminar perdiendo toda capacidad para reconocer a las verdaderas víctimas: los ignorados, los marginados, los perseguidos, los violentados, esos 'hijos de nadie' y 'dueños de nada", 'que cuestan menos que la bala que los mata'. Libertad de expresión. No una vez más a las mordazas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario