Con la ausencia en las manos
regreso a los lugares
que antaño frecuentamos.
Y las miradas blanden,
como acerados dardos,
verdades que me abaten,
cubriéndome de infierno:
- ¡No es nadie! ¡Está muerto!
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
5 comentarios:
Caramba Rafa, este engancha, es de aquellos que en pocos versos encirra etapas largas muy muy largas.
Felicidades por tan buen trabajo.
Besos
El muerto no siente, el muerto no padece, el muerto ni siquiera puede morir...¿o si...? No sé.
Kaiman, please, coge a Rafa y llévale por otros lugares. Reanímale con esas tapitas y esos vinitos que tú sabes. Me encoge el corazón últimamente.
:-(
Bellos pero muy tristes.
Un beso.
Rafa eres muy intenso, los recuerdos no lo son y los muertos menos...
y cada vez que leo a Kaiman en tus comentarios me estoy riendo media hora y se me olvida lo que te iba a decir
un beso al menos.
Es que eso de volver solo a los sitios donde se ha estado acompañado es masoquismo al menos hasta que pase ese dolor, o bien, se va acompañado de buenos amigos llenos de chistes y vinos con tapitas, :), un beso
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