lunes, 29 de octubre de 2007

Autobiografía

Ya no alcanzo a recordar
Mi fecha y lugar de nacimiento;
Ni días de escuela e instituto
Ni el primer beso.
Tampoco me acuerdo de mis muertos
Ni si dejé algún hijo en el mundo;
Ni de auroras ni de ocasos;
-------------------------------------- Nada
Sobrevive en mi hastiada memoria.
Ya tan sólo me acuerdo de ti
Y de la noche de nuestra muerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay veces en que un hecho en nuestra vida puede matar el recuerdo de todo lo anteriomente pasado. Precioso y triste, Rafa.

Un beso.

Anónimo dijo...

Demasiada presión en la zona emotivacardiaca debe ser perjudicial para el normal funcionamiento del globo cerebral. Dicen los expertos que el verso no cura, pero palia los efectos secundarios y nocivos que produce la ausencia de vitamina afectiva. Una vez instalada en nuestra mente la bacteria de la memoria selectiva, el paciente experimenta un cuadro clínico compuesto por fiebres anaorgásmicas, insomnios plenilúnicos, espásmos melancólicos y, en algunos vómitos poéticos. El cuadro clínico suele complicarse cuando aparece el delirio intermitente, provocando visiones del pasado y espejísmos del futuro.
No existe, a día de hoy, un tratamiento efectivo para tamaños males del alma pero, eso si, una borrachera, un revolcón y un ocaso al sur oeste siempre son recomendables.
Aviso:
- Este comentario no es de un medicamento, si acaso de una pócima placeba.
- No consulte a su farmaceútico, a no ser que éste, en sus ratos libres, escriba versos.
- No intente leer el prospecto antes de usar, no existe, ningún poeta necesita saber los efectos secundarios de sus versos.
- Automedíquese, y en caso de urgencia acuda a la agenda en busca de antiguos amores.

Es un producto de Laboratorios Caleteros

Anónimo dijo...

vaya hombre, tuviste que poner lo de vuestra muerte al final, mira que lo estaba viendo como un poema positivista...