miércoles, 3 de octubre de 2007

Bajo las ruinas de Babel

Primero fue con palabras,
Con las manos, con el gesto,
Con sonrisas, con miradas,
Con suspiros sin aliento.

Pero equívocos los cánticos,
Se esfumaron en el viento,
Dejándome en su lugar
Amordazado un lamento

Que desde la amarga ausencia
Con la jerga del silencio
Hoy te sigue reclamando
Que hagas en tu vida un hueco,

Donde el dolor desolado
De este mudo desconsuelo
Halle el bálsamo que alivie
La herida del tiempo muerto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Y es que cuanto duele el silencio, mucho más que las palabras afiladas.
buen tema, buen poema.

un abrazo

Anónimo dijo...

¡¡Cuantas veces debajo de las ruinas hallamos insospechados, enigmáticos y maravillosos tesoros!!

Un abrazo, muy lindo, Rafa; menos mal que no cortaste ese hilo y ...sigues fluyendo!

Anónimo dijo...

Rafa:
No sé que ha pasado, salí en azul,
pasan unas cosas muy raras, en esa torre de babel, je je
¡¡misterio!!

Besillos,

Milena

Anónimo dijo...

Enfrente, en la pared, tengo uno de mis cuadros predilectos: La torre de Babel de Brueghel.
Una osadia y una gran aventura.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

la cadencia y musicalidad del poema es enorme.
Un beso.

pd. pedazo de carcajada me has hecho soltar en mi blog, pacifista INcoherente.

Anónimo dijo...

Con las manos, con el gesto,
Con sonrisas, con miradas,
Con suspiros sin aliento.

Con palabras,
Esfumándose en el viento

Con mordazas,
con dolor,
Enmudecido tormento

Ese "hueco" a la vida
siempre se lo estoy pidiendo


Abrazos.
En Babelia, muchas palabras son compartidas

Anónimo dijo...

Una vez más has sacado música de las palabras. No son necesarios más instrumentos que un buen puñado de letras bien afinadas.
Enorme.
Cañaillas y vino de Chiclana.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos. No digo mucho más, que, aunque me ahogo en tanto verso como brota del vacío que siento en mi pecho, estos días estoy parco en palabras. Y es que las mordazas pueden terminar atrofiando la capacidad de diálogo.

Abrazos.