lunes, 22 de octubre de 2007

Rosa de otoño

I


Llora junto a mí la ausencia,

Aun siendo el llanto mentira,

Que sin tu ternura expira,

Condenada en su inocencia,

Mi alma en pena de indigencia.

Dime que sin mí te mueres,

Que en lo imposible me quieres,

Y que darías la vida

Por aliviarme la herida

Que con tu marcha me hicieres.


II


No dejes pasar las horas

Que mi tiempo se marchita

Como rosa que se agita

Ante otoñales auroras

De heladas devastadoras.

Dame el calor de tu abrazo,

Deja de un lado el rechazo

Que me arrebata el aliento,

Y da calma a mi lamento

Un instante en tu regazo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Rafa,

Bonita rosa la que nos dejas en este otoño lleno de altibajos climáticos.
Rosa preciosa también, esa Guajira...y tremenda la voz de Mayte Martín.
Hace algún tiempo, tuve la oportunidad de escucharla en directo y me enganché a su cante todavía más, si cabe.

Tal vez haya llegado, con el otoño, el tiempo de amar.


Un abrazo,


Estel J.

Anónimo dijo...

Sólo una palabra, un gesto, un acercamiento y la Rosa se volvería primaveral, verdad?, pero en fin, hay que pasar por todas las estaciones para apreciar las diferencias, un abrazo. Preciosos versos.

Anónimo dijo...

Dime que sin mí te mueres...
¡es preciosa!
y creo, no sé cuando, que te robaré la frase.

Un beso

Anónimo dijo...

Qué PASIÓN arrastra este poema, quién lo pudiera agarrar ENTRE LOS DIENTES.

BESOS, GRANDOTE, ME ENCANTAN TUS POEMAS Y TU FORMA DE PENSAR Y ACTUAR.

Pd. Eres muy grande, Rafa, acuérdate siempre cuando cogas el metro.

Anónimo dijo...

Sabes que prendidas
entre mis frágiles pétalos
yacen tus dolientes espinas

y te acojo en mi regazo
vacío y dolido
colmándose con tu pena
de aromas de besos de otoño

Anónimo dijo...

versión B

y te acojo en mi regazo
que vacío y dolido
se colma con tu pena
de aromas de besos de otoño

Oye Rafa, ¿Qué versión queda mejor?

Otra cosa:

dolientes, dolido, quizá tendría que sustituir alguna de las dos palabras para no repetirse ¿no?

CIRCE

Anónimo dijo...

Gracias, estel. Mayte Martín es todo un fenómeno, aunque quizá no tan reconocido como se merece. Tal vez haya llegado ese tiempo; ojalá!

Sí, leuma, pudiera ser, nunca se sabe.

María, mis versos, ya lo sabes, están a tu disposición. No sería un robo, sino un regalo.

Gracias, Victoria, tú también eres grande.

Circe, yo, tal vez, me quedaría con la segunda. Y se puede repetir o no, a gusto, depende de la intensidad que se quiera dar a ese dolor. El dolor tiene muchos sinónimos: desgarrado, desollado, quebrado, amargura...

Yo, ya que hemos iniciado este pequeño taller, trataría de darle a tu poema más musicalidad igualando la medida de los versos. Algo así:

Sabes que yacen prendidas
entre mis frágiles pétalos
tus doloridas espinas

Y que acojo en mi regazo,
huero y dolido, tu pena,
colmándome del aroma
de tus ósculos de otoño.

Muchos besos.