El paraje natural de los Enebrales inicia los paisajes naturales de la costa Occidental onubense que aún no está urbanizada. Es de una extensión modesta: algo más de dos kilómetros de largo, aunque no llega al centenar de metros de ancho. Ocupan 162 hectáreas, situados entre la Playa de la Bota y Punta Umbría.
Nos encontramos aquí ante un ecosistema dunar de transición marino-continental que se caracteriza por la presencia de formaciones mixtas de enebros – como pequeños cipreses costeros-y sabinas, muy escasas en el litoral andaluz. También hay otras especies vegetales como el pino piñonero, el barrón, el lirio marítimo o el romero.
Su inclusión en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía RENPA en el año 1989 permitió la supervivencia de este paisaje natural y evitó su masiva urbanización, que se anunciaba a bombo y platillo hace sólo quince años, para construir aquí cuatro mil plazas hoteleras…
Observado desde un emplazamiento cimero, el paisaje se descompone en un conjunto de bandas cromáticas, correspondientes a diferentes usos y aprovechamientos, que ordenan la imagen visual que ofrece desde afuera: “Desde la cota más alta hay una magnífica panorámica: El color verde de la parte superior de los pinos, el color siena de la duna costera, el azul del mar y el celeste del cielo, reflejándose en las aguas cristalinas del Océano." : BARRANCO MOLINA, FERNANDO. Paisajes de Punta Umbría. Ayuntamiento de Punta Umbría. 1995.
Desde dentro, en los enebrales habitan un conjunto de especies vegetales y animales que evocan cómo sería el resto de la costa occidental onubense en estado natural. Son como un pequeño reducto de la apretada vegetación que de forma natural se extendía a todo lo largo de la costa onubense. Predominan los bosques de pinos y sabinas, pero es un arbolillo de su sotobosque, el enebro, el que da denominación y originalidad a este paisaje. Y ello, gracias a su sistema radicular que le permite adherirse a sustratos arenosos y a que son unos arbolillos de hojas estrechas y pinchudas con un crecimiento muy lento. En cualquier caso, el color verde intenso de los enebros y las sabinas fuertemente moldeados por la acción caprichosa del viento evoca un paisaje del pasado. Es uno de los pocos bosques mixtos de sabinas y enebros que existen todavía en el litoral andaluz.
La presencia de la fauna silvestre es singular, pues se refugian aquí numerosos animales, en algunos casos muy escasos y amenazados. Dentro de este bosquecillo tenemos la sensación de convivir con las comunidades de fauna silvestre de tiempos prehistóricos: “los sonidos que se escuchan son el 'trec-trec' inquieto de la curruca rabilarga con su cola muy empinada y la llamada melancólica del huidizo alcaraván al atardecer. Chotacabras, cucos y abubillas anuncian la llegada del buen tiempo, y entre las matas de la vegetación las lagartijas se desplazan con asombrosa rapidez observadas por los penetrantes ojos de la culebra bastarda, mientras que el camaleón sigue su lento caminar.”: OUBERNELL, CAROLINA. Los enebrales de Punta Umbría. Diario El Mundo. 30 de enero de 2014.
(¢) Carlos Parejo Delgado.
1 comentario:
Dicen que es muy placentera visita
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