Párpados de cristal y de madera,
mirar de las fachadas, su vitrina,
palcos al teatro de las aceras,
cierros que se abren a la vuelta de la esquina.
Cofa del vigía de la avenida,
hornacina de santa, su vidriera,
garita de chismosa centinela,
muelle y andén para una despedida.
Dos siglos ya viendo pasar banderas
distintas debajo de la arboleda,
la del pollo, la de hoy consabida,
la que pinta una franja de violeta,
y, cómo no, quizás la más querida,
la blanquiazul que va a La Rosaleda.
…
Cierros de mirada correspondida,
ojos desde los que mirar la vida
que del brazo pasea por la Alameda
Ilustración y texto: Agustín Casado
1 comentario:
¡Yo volveré a pisar las alamedas nuevamente, decía el cantor. Saludos cordiales
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