”Encima las montañas tengo un nido
que nunca ha visto nadie como es."
Jorge Sepúlveda
Será más o menos criticable, que no punible, pero que le demos infinitamente más importancia y dediquemos toda una eternidad más de nuestro tiempo a que una pareja se hipoteque hasta las cejas para adquirir una vivienda, a que unos ladrones desaprensivos sin vergüenza ni escrúpulos, aprovechándose de sus cargos de carácter público, se enriquezcan vendiéndolas a puñados a fondos buitre en lugar de dedicarlas a los fines sociales para los que fueron concebidas, dice mucho de nosotros. Digo de nosotros los de izquierdas. Que de los de derechas y de los paletos reaccionarios que, luego de un par de eras geológicas alabando el ordenó y mando por Real Decreto Ley de la torquemadería de turno, aún presumen de pedigrí anarcocomunista, no nos podríamos esperar otra cosa. Compañeras, compañeros, comedme el apéndice que más os apetezca, excepto la oreja.
que nunca ha visto nadie como es."
Jorge Sepúlveda
Será más o menos criticable, que no punible, pero que le demos infinitamente más importancia y dediquemos toda una eternidad más de nuestro tiempo a que una pareja se hipoteque hasta las cejas para adquirir una vivienda, a que unos ladrones desaprensivos sin vergüenza ni escrúpulos, aprovechándose de sus cargos de carácter público, se enriquezcan vendiéndolas a puñados a fondos buitre en lugar de dedicarlas a los fines sociales para los que fueron concebidas, dice mucho de nosotros. Digo de nosotros los de izquierdas. Que de los de derechas y de los paletos reaccionarios que, luego de un par de eras geológicas alabando el ordenó y mando por Real Decreto Ley de la torquemadería de turno, aún presumen de pedigrí anarcocomunista, no nos podríamos esperar otra cosa. Compañeras, compañeros, comedme el apéndice que más os apetezca, excepto la oreja.
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