lunes, 7 de julio de 2008

La usurera


Qué hipoteca voraz

A asumir por la vida:

Es tanto el interés

Que grava el capital, tan precario, prestado

Que, al borde de su ruina,

Carne se hace de impago.

Y entonces, incoercible, la usurera

Acude reclamando la carroña

Que dio al alma su crédito.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Rafa
A veces se torna difícil tratar de no ser repetitiva, pero es que no hay un texto de los que dejas que me sea indiferente; este es bello. El título es muy bueno, y justo con el final (y la imagen) hace que este post sea excelente.
Nunca entendí porqué me gusta tanto la palabra usurera (y libélula). Na, cosas que no tienen explicación.
Muchos besos.

Anónimo dijo...

Pues si es una usurera...que le den.
Besos cor

Anónimo dijo...

Es ley de vida, pero realmente es una usurera.
Besos