viernes, 18 de julio de 2008

Con las bocas puestas


Bajo el torvo estandarte
Que comanda al silencio,
A estrofa abierta se alza,
Insurrecto, el poema.

David, frágil, se enfrenta,
Desahuciado e inerme,
A la hueste invencible
Del gigante del tiempo:

Temeraria disputa
Que, victoria a victoria,
Lo aproxima a su sino:
La derrota final.
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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Silence, c'est le mieux. C'est fragile tout ça qui nous envolte.
Je t'embrasse

Anónimo dijo...

De derrota nada... recuerda que David tenía la honda... y tu David está lleno de palabras que llevan más peso que las piedras...

Así que nada, tumbamos el cartel del silencio y lo llenamos con tus poemas, vale?

:)

Besos.

Anónimo dijo...

Silencio

Un cementerio
donde entierran los labios
cada vocablo.

Diosa.

Te leo cada día, pues tus palabras tienen el don de removerme, más nunca me atreví a dejarte un comentario antes, por no saber si mi interpretación de ellas fuera acorde a lo que tus palabras quieren decir.

Un beso.

Anónimo dijo...

No el silencio, nadie calla al mar, ni a la mujer paridora, ni al viento entre los arboles, ni al agua d ela cascada...arriba el aire y sus sones de chiringa y rabel...un abarzo.

Anónimo dijo...

Un poema contundente y lleno de fuerza. Es un placer leerte Rafa, siempre.

Un beso.

Anónimo dijo...

Qué bien escribes, es un gustazo encontrar por estos mundo de "Internet" blogs tan buenos como el tuyo.
Un gustazo.