viernes, 30 de abril de 2010

¡Lástima grande!

A Argensola, por la clarividencia.

Motivo, ayer,
- - - - - - - - - - y espejo,
Liturgia y esperanza,
Aurora matizando abismo, infiernos,
Con áureos hilos francos como un ala.
Si ayer soñé la esencia
Del vuelo en un fanal tras tus ventanas,
Hoy déjame entre sombras, ¡no las abras!;
¡Qué espanto contemplar tan negra nada!

Epitafio

Tatuado a flor de piel,
Sudario que amortaja mi alma muerta,
Como una maldición, llevo tu nombre.

Pruebas circunstanciales


LO QUE MÁS lamentó en aquel destierro fue no haber mordido la manzana.

jueves, 29 de abril de 2010

Pena máxima

Tanto tiempo juzgando
Con dureza al poeta
Para al fin condenar
Sin prueba alguna al hombre.

miércoles, 28 de abril de 2010

La excepcíón


AQUELLA tarde, como venía ocurriendo sin falta en días laborables desde hacía ya más de 17 años, llegó a su casa reventada del trabajo a destajo en la oficina. Aquella tarde, como venía ocurriendo sin falta desde hacía ya 5 años, 7 meses y 27 días, la casa estaba vacía. Aquella tarde, como no había sucedido nunca desde hacía ya 5 años, 7 meses y 27 días, lo ordenó y limpió todo a fondo. Después se dirigió al baño. Allí se desnudó con desgana –“sigo siendo una mujer preciosa”, pensó al ver su imagen reflejada en el espejo-, llenó la bañera con agua muy caliente y tomó una cuchilla de afeitar entre los dedos índice y pulgar de su mano derecha. Ya en la bañera, sin un motivo aparente, recordó, de sus años de estudiante de Historia, una de las frases más nombradas de aquel famoso ministro de propaganda de la Alemania Nazi cuyo nombre ya había echado en el olvido. Y, apretando los párpados, se repitió una y mil veces la misma mentira. Después abrió los ojos. Miró a su alrededor. Seguía estando sola.

Convocatoria Tertulia Ánima


Esta noche nos reunimos para echar un rato hablando de flamenco.

Más datos aquí.

martes, 27 de abril de 2010

Impotencia


POR PRIMERA VEZ desde que comenzara a utilizar la escritura como el único modo que ya se le antojaba posible para tratar de enfrentarse a la pertinaz incomunicación en la que lo había sumido aquella pérdida, se sintió incapaz de redactar un solo verso con el que expresar sus sentimientos. Y desde esa noche se sumió en un profundo mutismo que ya lo acompañó hasta el final de sus días. Muchos años después, cuando los estudiosos de su obra analizaron en profundidad aquél papel en blanco encontrado por casualidad en una carpeta macilenta en la que, de su puño y letra, figuraba aquella fecha, terminaron por considerarlo como el mejor de sus poemas.

Alas rotas


Cae la noche y, oculta entre las sombras,
Destejes con la astenia de un ensueño,
El sórdido sudario, ese hondo piélago,
Sin aire que amortaja tus anhelos.

Mas, pronto, la verdad se alza celeste,
Con garras implacables de quimera,
Tejiendo un desengaño que, amarillo,
Consume tu ala en ciernes de crisálida.

Y asumes que tu nombre no es Penélope,
Que nunca tu morada estuvo en Ítaca,
Y que no hubo jamás una Odisea
Tan triste como ansiar sin esperanzas.

lunes, 26 de abril de 2010

El cuento de la buena pipa


-¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? –le dijo, con la mirada turbia de ginebra.

Él, que estando bebido tenía el hábito de buscar dobles sentidos a las palabras, cayó de súbito, abstraído y silente, en una profunda ensoñación colmada de fantasías eróticas.

-¿Que si quieres que te cuente el cuento de la buena pipa? –insistió ella, sacándolo del fondo suave y cálido de sus alucinaciones.

-Así no era ese cuento –respondió, un tanto ofuscado, más que por la ebriedad, por tan brusco regreso a la realidad de aquel sucio tugurio sin emoción ni encanto.

-Ya. Consecuencias de mi mala memoria. Y de la premura; sale una a toda prisa de casa y se deja en ella las cosas más importantes.

-No entiendo –dijo él.

-No importa. Pero marchémonos ya; se ha hecho tarde.

-¿Vives cerca? Lo digo porque, si así fuese, podríamos subir a tu casa a ver si allí lo recuerdas. Además, con la hora que es y lo lejos que queda mi apartamento, quizá, si no te es demasiada molestia, me podría quedar a pasar la noche –le dijo sin demasiada confianza en sus posibilidades.

-Como quieras –dijo ella, dejándolo gratamente sorprendido con su inesperada respuesta.

***

-Ya estamos; ¿te apetece tomar algo?

-Sí, me gustaría algo caliente –dijo él, visiblemente excitado, y jugando de nuevo con los dobles sentidos del lenguaje.

-Está bien, sírvete lo que gustes. Y discúlpame unos minutos; siempre procuro ponerme algo más cómoda antes de disponerme a gozar del único placer al que ya le encuentro sentido en esta vida.

-Espero impaciente. Y no te olvides de lo de la buena pipa –le dijo, giñándole un ojo con torpeza, antes de verla desaparecer en una de las habitaciones contiguas.

-Eso es algo de lo que, pese a mis continuas lagunas mentales, nunca me olvido a estas horas –respondió ella desde detrás de la puerta, en tanto él comenzaba a experimentar una erección que se le antojó no tendría límites.


***

Con aquél picardía de satén negro que apenas llegaba a cubrirle las nalgas, lucía esplendorosa. Era, sin duda alguna, una mujer con la que la naturaleza se había mostrado particularmente pródiga. Se sentó frente a él y, tras exhalar la primera bocanada de humo, le dijo:

-¿Ves?, a esto me refería; nada como una buena pipa antes de irse a dormir. Ahí enfrente tienes el baño y esa de la derecha es la habitación de los invitados.

Él, como ya era costumbre en cada ocasión en que el fracaso devastaba sus ilusiones, sacó la cajetilla de tabaco para tratar de ahogar su frustración en las emanaciones tóxicas de un pitillo.

“FUMAR PUEDE PERJUDICAR SERIAMENTE
LA SALUD DE LOS QUE ESTÁN A SU ALREDEDOR
Y PRODUCIRLES PADECIMIENTOS
INSOPORTABLEMENTE DOLOROSOS”

-Sin duda –masculló para sus adentros-, porque, lo que es a mí, esa buena pipa me acaba de ocasionar un dolor de cojones.

domingo, 25 de abril de 2010

Alcalá-Meco y los medios de manipulación masiva


ESTOS días, al respecto del escándalo destapado en Alcalá-Meco, los medios de manipulación masiva apestan peor que de costumbre. Tratar el asunto en los grandes titulares –poco más allá llegamos los lectores- como el otorgamiento de favores sexuales por parte de las reclusas a los funcionarios del presidio constituye una falacia de lo más nauseabunda. Porque, cuando cualquier individuo, cuando cualquier reprimido sin escrúpulos, se vale de su situación de dominancia, haya o no violencia manifiesta, para echar un mal polvo, sólo cabe hablar de violación y abusos, nunca de favores. Y punto pelota.

Piedra negra


Como un pájaro negro
Como un papel en blanco
Buscándose sin goce en la palabra
Barrido por celliscas de silencio.

* * *

Soñar
- - - - - que ya me fui
Y así
- - - - - permanecer
Ajeno al despuntar de otra vigilia.
Viajar a mis adentros
- - - - - - - - - - - - - - - - reencontrarme
Para decirme adiós fundirme al tiempo
Mudando en piedra negra sin memoria
Que al mar arroja un niño sin conciencia.
Olvidar para siempre los celestes
Y esquivos cuchicheos del arroyo
Mezquinos al oído del sediento.
Soñar que ya me fui
Y al fin cumplir mi sueño.

sábado, 24 de abril de 2010

Bibiana, George y Caperucita Roja


QUIZÁ no haya mejor modo de repetir la Historia –sus malas historias- que, ya sea con buenas o malas intenciones, proceder a borrarla o modificarla al antojo de los que ostentan el poder. A(du)lterar los testimonios del pasado puede tener como uno de sus más destacados y perversos efectos, el de perpetuar los mecanismos sociales por los cuales una parte los protagonistas y figurantes de una sociedad dada, permanece con el cuello bajo la gruesa y pesada bota de la intolerancia y la dominación de la otra, de las otras, de las que en cada una de las facetas de la vida, de un modo u otro, perpetran la injusticia que supone toda desigualdad.

Pudiera ser que, para comprender esto –no sé si nuestras autoridades educativas y culturales habrán pensado en alguna ocasión en ello-, un buen instrumento fuese la lectura obligada por parte de los alumnos de enseñanzas medias de la novela tal vez más conocida de Orwell, “1984”. Y que “nuestros” políticos fuesen capaces de meterse de cuando en cuando en el pellejo de Winston Smith, su personaje principal, para sentir como propios sus esfuerzos, infructuosos a la postre, por escapar de un sistema donde el libre pensamiento y su diversidad supone el más perseguido de los delitos. Pero puede que “nuestros” políticos hayan ya perdido para siempre el elevado don de la empatía.

“1984”, novela de ficción distópica, o de política-ficción ya hecha realidad, en la que George Orwell, con una pavorosa clarividencia e inigualable maestría, nos muestra cómo, a través del Ministerio de la Verdad –dedicado, paradójicamente, a difundir la falacia y a la a(du)lteración de los hechos sucedidos en el pasado-, la clase dominante, el Partido Único, mantiene sus privilegios y una dominación abusiva y asfixiante sobre un pueblo amordazado y narcotizado por el miedo y un pensamiento único que, en la realidad, se evidencia exclusivamente como no pensamiento. Una sociedad la de “1984”, en la que, a través del control y empobrecimiento del lenguaje –la “neolengua-, los que ostentan el poder han construido un sistema educativo totalitario con el que, junto a una vigilancia permanente –la “policía del pensamiento” y ese gran ojo que todo lo ve- de hasta los aspectos más íntimos de la vida de los ciudadanos, mantienen un control abusivo y absoluto sobre un pueblo degradado a la condición de mero títere siempre a merced de sus dictados.

Para cambiar la Historia, entendida en este caso como porvenir, es por tanto imprescindible no dejar de tener nunca presente la Historia entendida como pasado. Es preciso tener presente que desde siempre han existido, y aún siguen existiendo, lobos acechando a las caperucitas de turno, especialmente cuando estas han sido rojas; que siempre han existido y siguen existiendo cenicientas condenadas al ostracismo de una exclusiva vida doméstica; que los tres cerditos tal vez no fuesen más que lobos bajo una piel de cordero; y que quizá nosotros, el pueblo, no seamos más que inofensivas ratas atrapadas por los cantos de sirena del flautista de Hamelín. Que se pueden escribir “Cuentos infantiles políticamente correctos”, como ya hiciera de manera tan irónicamente magistral James Finn Garner, pero sin tratar con ellos de sustituir a esos otros cuentos que forman parte de la Historia como reflejo de la sociedad en la que vieron la luz; una historia que es necesario rememorar para no caer de nuevo en los mismos errores. Que para ser titular del Ministerio con competencias en materia de igualdad no basta con ser mujer, sino que hay que estar suficientemente preparado para no caer en lo anecdótico estéril ni en la demagogia barata que narcotiza, confunde y esteriliza. Que –al igual que los sueños- los cuentos, cuentos son: el reflejo de la vida y sus injusticias; injusticias que debemos conocer y tener siempre presentes si es que queremos construir un mundo más justo.

viernes, 23 de abril de 2010

La pesadilla acecha


Nos dijo Calderón la vida es sueño,
No más que un frenesí, que una ficción
Que un frágil espejismo. Y hoy descubro,
Mudado en este insomnio que ha asumido
La atroz desilusión que es la vigilia
De lo yerto, que se quedó muy corto,
Que no lo dijo todo, que la vida
Es sólo un hueco estéril que despierta,
Carroña sin cauterio ni esperanza,
El día del funeral de su cadáver.

Nunca ganó un Gran Slam


CONTABA con un excelente saque. Ese, y no otro, era el gran lastre por el que sólo alcanzaba a devolver un ínfimo porcentaje de las bolas bajas a media pista.

jueves, 22 de abril de 2010

En el día de la Tierra: sanguijuelas



A Jacques Paul, caminante y su sombra.

PACHAMAMA, madre amorosa y desprendida con sus hijos, más pronto que tarde, es también poderosamante eficaz a la hora de sacudirse los parásitos. Y algunos de estos, en la escala temporal que rige el devenir de Pachamama, llevamos apenas la millonésima parte de un segundo sobre su generosa y fructífera piel.

Preguntémonos: quién corre peligro. ¿Pachamama? ¿O más bien esos otros seres que, pensándose la cúspide de una ilusoria creación divina y, por tanto, imperecederos e infalibles a imagen y semejanza de la quimérica criatura que han parido; no son más que patéticas e insignificantes sanguijuelas condenadas a una extinción cierta y a no muy largo plazo, por el modo en que están abusando de la sangre del ser que les dió la vida; de su verdadera y única madre: Pachamama?

Circunferencia


(o de una muy breve lección de geometría)

No, tampoco esta noche
Se ha de cerrar el círculo;
Jamás este periplo
Podrá tener final
Pues nunca hubo un principio
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - y, en su centro,

Mora eterno el vacío.

Venecia


A Mar.

Ciudad acuática.
Ciudad que, en el ahogo
Que anega sus periplos,
Se niega a ser Atlántida.
Ciudad donde el amor
Se enfrenta a sus naufragios
Sobre una frágil góndola.

Ilustración: “Góndolas”, de Mar Sánchez.

miércoles, 21 de abril de 2010

La cultura rematada (por Silvia Delgado Fuentes)


TRAIGO hoy a mi morada este texto de rabia y denuncia de mi querida amiga Silvia Delgado. Excelente poeta en la que la poesía termina quedándose pequeña ante su compromiso sin resquicios desde ese espinoso territorio que supone el hecho de ser mujer, y más aun ante su enorme calidad como ser humano. Puedo dar fe de que la obra que menciona, "Las cuarenta chimeneas del infierno", es tan sumamente comprometida, tan dura, aun habiendo sido parida desde una ternura y sensibilidad sin límites, que jamás podrá dejar de ser una incómoda molestia para los, a menudo tan poco cultivados, gestores de las culturas oficiales. Es por ello que a mí, "Las cuarenta chimeneas del infierno" se me antoja lectura obligada para aquellos que, para tratar de volver a soñar, aún nos afanamos en, con la mirada limpia, despertar de este profundo letargo que nos atenaza, y abrir los ojos. Gracias, Silvia.

La cultura rematada

Nací mujer y nací poeta.

Ambas cosas, necesariamente, me enseñaron a resistir las embestidas de una sociedad cada día más andrógina y analfabeta.

Escribir desde la mujer que soy, implica que la mía no será nunca literatura de mamporrerìa y genuflexión; ser mujer y poeta me obliga inexcusablemente a comprender la escritura como un acto subversivo, de confrontación, y también, y sobre todo, de libertad.

En tiempos como estos, en los que vemos los estantes de las librerías repletos de libros intranscendentes, libros que se venden entre televisiones y hamacas de playa, libros que aparecen por millones, como por arte de birlibirloque, con sus lujosas ediciones; en tiempos como estos, digo, un puñado de escritores, de poetas, de trabajadores de la palabra, nos empecinamos en mantener la cultura en alto, en una lucha cuerpo a cuerpo contra el pensamiento idiotizado y universal.

Observamos el mercadeo literario con tristeza y vergüenza, recorremos las listas de libros más vendidos con asombro y constatamos que a la derecha del poder se sientan literatos que hacen del oficio crimen y delación.

Por eso, porque nosotros entendemos que escribir es resistir, señalamos impasibles a todos aquellos farsantes, fabricantes en serie de palabras serviles y alienantes, gentes del buen vivir que difunden ideologías necrosadas y exportan una cultura mercantil que en nada compromete.

* * *

En el año 2007 gané el “XXV Premio de Poesía Antonio Machado” del ayuntamiento de Sevilla con mi poemario “Las cuarenta chimeneas del infierno”; nunca publicaron la obra, sólo, después de insistir obsesivamente, me enviaron el premio en metálico.

Recibí por parte de las instituciones y de las personas responsables, silencio, desaires.

Durante dos años, me dediqué con vocación casi religiosa a enviar cartas certificadas y virtuales, a hacer decenas de llamadas de teléfono pidiendo una aclaración. Como respuesta, malas formas para esta poeta.

Encontrar una explicación a este suceso, pasa inevitablemente por analizar el estado de la cultura, el maltrato intencional de las instituciones y los burócratas culturales, pasa irremediablemente por ver en esto la intención delincuente de unos cuantos bufones por convertir la libertad de escribir en una señora dócil que lame sus propias cadenas.

Acuso sin temores a aquellos que en aquel año trabajaron en el distrito casco antiguo de Sevilla como funcionarios culturales; en aquel tiempo la responsable, lamentablemente, era una mujer; seguramente, la más iletrada, seguramente la más zafia, seguramente fue un puesto dado a dedo, seguramente no sabe siquiera quien era Machado, ni porqué murió en el exilio, seguramente.

Gente como ella, como tantos que se apoltronan en curtidos asientos bien pagados, son los que favorecen que la ignorancia vaya convirtiéndose en el peor síntoma de esta sociedad tan neurotizada.

Se coló entre los gustos del jurado un poemario duro, molesto. No eran haikus, ni era realismo sucio, ni eran poemas existenciales, eran versos duros como piedras. Ahí les escoció.

He aquí, entonces, en estas letras, mi queja, mi denuncia, mi preocupación por el estado de una cultura oficialista que cada día tiene el electroencefalograma más plano.

No sólo comprobamos diariamente cómo producen sin pausa libros intranscendentes, no sólo vemos a los autores de la mano de mercaderes sin escrúpulos, no sólo escuchamos decir que el futuro de la literatura está en los medios virtuales. No sólo padecemos esta sociedad mercantilizada y absurda sino que también debemos soportar la censura, el olvido, el desprecio, el fraude permanente de personajillos infames a quienes, recordémoslo, pagamos entre todos.

Y como decía al principio, nacer mujer y poeta me ha enseñado a resistir estas y otras embestidas; yo continuaré con el sueño infantil de sembrar la tierra de pan y versos, continuaré con mi empeño de, a contracielo, ser poeta, pese a quien pese y joda a quien joda.

Silvia Delgado Fuentes.

martes, 20 de abril de 2010

El último confín de la tortura


Nunca supo el porqué,
Las causas de que entrase en su morada
Lo mismo que un brutal antidisturbios
Tras dar varias patadas a la puerta.
El caso es que llegó para quedarse,
¡PUM, PUM!, a todas horas
Golpeando, lacerando,
Sin dejarlo dormir –¡estruendo estruendo!-,
Y una luz amarilla
Siempre fija en sus ojos
Que, sin párpados, pronto
Fueron un pozo ciego.
Jamás mostró su rostro, tras la máscara,
Jamás lo interrogó, dijo palabra;
Sabía de su inocencia, su ignorancia;
Tan sólo se afanaba en torturarlo,
Gozando en su sadismo sin clemencia.
Lo tuvo meses, años,
Atado a aquella silla,
Protervo disfrutando en su dolor;
Clavándole alfileres en las uñas,
Quebrándole los dientes, horadándolos,
Rasgándole a mordiscos lengua y labios,
Los sueños, los pezones, las vanas esperanzas;
Fijándole electrodos en el sexo
Y aullando de placer con las descargas
Eléctricas que hacían que se orinase
Encima mientras él eyaculaba
Temblando como un perro revolcándose,
Demente, en el deleite de esas aguas.
Con el tiempo, el dolor,
- - - - - - - - - - - - - - - - - aún persistiendo,
Dejó de evidenciarse en sus quejidos;
E igual que había llegado él se marchó,
Dejándolo cubierto en mierda, en náuseas,
Sumido en las tinieblas.

- - - - - - - - - - - - - - - - - -Y, en las garras
De aquella soledad sin luz ni límites,
Llegó a añorar la hirsuta compañía
De aquel que, con encono, tanto tiempo,
Gozara con la hiel de su quebranto
Y luego abandonado lo dejase
Al último confín de la tortura.

Melones


LARREY, en "El trastero de la imaginación", a partir de uno de sus micros, propone un reto que me he divertido aceptando. Aquí lo dejo por si a alguien le apetece continuar. Si así sucede, iré colgando vuestras propuestas en esta misma entrada por riguroso orden de llegada. Por cierto, si pensáis participar, sería bueno que para escribir vuestro texto sólo leyeseis en principio del micro de Larrey. Pero, bueno, es mi opinión. Cada cual es libre de hacer lo que le apetezca.

Micros (Larrey)

Tenía unos melones impresionantes. Él, una fabulosa manguera. El problema era que ella estaba con el tomate.

Nota: depende de tí como interpretar el cuento.

Melones (El Éxodo)

Ella, hortelana vocacional, no obstante era una mujer culta que, tras cursar y acabar con sobresaliente las licenciaturas de filología inglesa y ciencias ambientales, cansada del tumultuoso estrépito y la premura patológica que impregnaban su vida en la ciudad, tomó la decisión de volver a sus raíces campesinas y se instaló en una pequeña casita en las afueras del que fuera el pueblo de su infancia. Allí dedicaba buena parte de sus horas a cuidar con mimo del huerto que poco a poco hizo ir creciendo y en el que lo ecológico nunca dejaba de estar presente: riego por goteo, abonado exclusivamente a base de estiércol, control biológico de plagas… De este modo, cosechaba una gran variedad de hortalizas y frutos de calidad entre los que siempre destacaron sus sabrosos y enormes melones. Su nombre era Mercedes, aunque en el pueblo –nunca he sabido el porqué- todos la llamábamos "Ceres".

Lindando con su huerto, casi rodeándolo y ahogándolo por completo, se encontraba el latifundio de Pepe el “Manguera”, apodado así porque, no queriendo saber nunca nada acerca de producciones ecológicas o integradas, desde siempre había dado de beber a sus pagos abusando del ya más que obsoleto sistema del riego a manta. Pese a ello, sus cosechas nunca fueron abundantes ni lustrosas. El “Manguera”, una tarde que paseaba con los perros comprobando el estado de sus mieses, quedó prendado de los melones de “Ceres” y, con la única intención de descubrir los arcanos que hacían posible tamaña tersura y exquisito porte, comenzó a pretenderla de modo pertinaz y generoso. Y así estuvo hasta el mismo día en que, por mediación de un rayo, lo sorprendió la muerte. Nunca pudo comprender los motivos de que, pese a su acaudalada hacienda, su dadivosa galantería y su notable apostura, jamás Ceres le hubiese concedido sus favores. Ella, entretanto, y en absoluto secreto, siempre había estado con el “Tomate”, un campesino de tez rojiza y grandes manos que, al igual que ella, había consagrado su vida a la agricultura ecológica.

Sin título (Paco Huelva)

Cuando observé la risa tonta que se había instalado en la cara del "Tomate", me dije, este cabrón está recolectando los melones ecológicos.

Sin título (Dafne)

Tenía unos melones impresionantes. Él, una fabulosa manguera. El problema era que ella estaba con el tomate, no había manera de que acertase con el punto exacto de la frituta, cucharada de azúcar, puntita de sal, y a probarlo otra vez.

Pero Paquito fiesta, apodo evidente, dadas sus actividades nocturnas, fiesta; fiesta decía cada vez que miraba la hermosura de los melones de su novia, estaba muy poco dispuesto a que aquel maldito tomate, le fastidiase la noche de jarana que tenía pensada.

Su paso era decidido y la intención de acabar con el guiso del tomate estaba escrito en su mirada.

Sin título (Jacques Paul)

Por doquier Sequedad se avista
Con tanta agua y semejante ardor
Como no puedes saciar
Su sed y calmar ese clamor.
Levanto la vista hacia el melonar
Y lleno lo veo de enfermedad
Qué bicho es ese,como pudiérase exterminar.

De melones que ruedan (Milena)

A Manuel, que así se llamaba el "Manguera", no le gustaba el tomate, asunto menor éste, que no va a fastidiarnos el cuento; ya que en la huerta de Ceres hay otras muchas hortalizas criadas con idéntico y exquisito mimo.

lunes, 19 de abril de 2010

Tras el ocaso



Cuando me alcance la Noche
sólo pudrirá mi cuerpo;
mi alma yace ya sin hálito
en el sepulcro del viento.

Acerca un poco la lámpara,
no te importe que esté ciego,
quiero aspirar tu fragancia
antes de la mar, del sueño.

domingo, 18 de abril de 2010

Sombra tras sombra...


-Sombra tras sombra,
- - - - - - - - - - - - - - - - - - busco entre tinieblas.

-¿Busco?

- - -- - - - - -No, sólo espero.

-¿Y a quién?

- - - - - -- - - - -Tal vez a nadie;
La leña está mojada,
Mis sueños son de escarcha
Y yo, solo entre sombras,
Sombra de mí, ya nada busco,
Ya solo en mí, tan sólo espero.

-¿Y a qué? ¿Y a quién?

- - - - - - - - - - - - - -- - - -A nada, a nadie;
A dejar de estar,
- - - - - - - - - - - - - sólo.

Bastardo de las sombras


BASTARDO de las sombras, huyendo de su aliento, se afana en subsistir entre penumbras; sus ojos no soportan ya el celeste. Los vivos lo desprecian, los muertos, con desdén, le escupen a sus sueños. No sabe a qué atenerse; los espejos, ambiguos, a veces son cauterio, siempre daga. Decapitado, ya no canta, gime renegando del son y las estrellas. No obstante, en ocasiones se traiciona, en busca de sus huellas, talándose los párpados, soñando un salmo nuevo. La luz lo tinza entonces de una niebla, chirriante y descarnada, igual que la osamenta de una pérdida. Queriéndose morir tan sólo alcanza a, agónico, pudrirse entre los cuervos que adoran esa luz falaz y esquiva que, anónimo, ya nunca reconoce. Sobre su alma sin cuerpo, que aterrada respira, que se asfixia amarilla, ha tejido un cadáver un sudario azul cielo.

sábado, 17 de abril de 2010

La hija de Babel


Yo voces.
Yo el gran salto.

A.P.

He vuelto a Pizarnik.
No busco ya en sus versos.
Indago en su locura
Los sones que me empujen
A soterrar mi canto.

* * *

Yo entono mi silencio
Suplicante
En un lugar de estruendos donde el sordo
Travestido es el rey.

* * *

La mordaza y la máscara.
La infame tiranía
De la hija de Babel
Inicua redactora del epílogo
De la hostil partitura
De la página en blanco.

* * *

Del fondo de mi canto crece el miedo
La impotencia lo exhausto.
Oh dios del alarido dame fuerzas
Para el grito y salto
Para el vuelo sin alas
Para el último orgasmo.

Tratado de criminología


(el bien
nunca ha existido
sólo el mal
y sus víctimas)
Golpe a golpe
La vida
Nos va dejando huérfanos
Desnudos
Descarnados
Pulidos
En los huesos
Helados como escarcha.
Golpe a golpe a mordiscos
Se lleva entre los dientes
Jirones de esperanza
Los sueños
La inocencia
Los credos
Las entrañas.
Y aquel llanto primero
De nuevo repetido
Revela sin memoria
La trama de sus causas:
El miedo el desamparo
Lo atroz la soledad
La angustia en que nos sume
Lo inútil de esta farsa
De insólitos altares
Que alzamos en la nada.
Golpe a golpe
La vida
Nos muda hambrientos lobos
O en pútrida carnaza.

viernes, 16 de abril de 2010

Cansancio


Esta nada el cansancio este vacío
el nadie el nunca el no
- - - - - - - - - - - - - - - - la atroz desesperanza.
Maldito el corazón su miserable
Protervo despiadado infausto perro
Encono por seguir seguir latiendo.
Qué estólido este tiempo fatigado
Pesando como huellas en la arena.
Qué ruines estas fuerzas
- - - - - - - - - - - - - - - - - - qué obstinadas
En no ceder ni un palmo al abandono
En ser un lazo atándome al cadalso
Despierto siempre alerta cavilando.
Qué sórdidas qué inicuas qué tiranas
Negándome la gracia del descanso
Que mude en pertinaz cieno celeste
En otra nada más nadie que nunca
En polvo amarillento en fiel destiempo.
Cuando estas perras fuerzas una noche
Se aflojen y me dejen se diluyan
Ni lágrimas ni flores ni lamentos
Habré alcanzado al fin mi único anhelo.

jueves, 15 de abril de 2010

Cántico


Qué inicua es esta náusea
Estéril desgarrando
La entraña noche y día

Su afán por vomitar

Indómita violenta
Exhausta

Lo vacío

miércoles, 14 de abril de 2010

Transmutación de la eufonía


EL ALBA se alza huraña sin el canto que, alado, se alojaba en el magnolio, ni flores germinando en el parterre. Los cristales, velados por la espera, desnudos sudan sangre coagulada, a punto de quebrarse en su hemorragia. Una lila, de plástico celeste, acecha, inquisidora y homicida, ausente entre las sombras, las ruinas nauseabundas de la noche, en tanto que los astros y el rocío, atónitos, se extinguen como alma de luciérnaga.

Sobre un lecho de arena desplomada, el pútrido salitre de las horas, desgarra las entrañas de la lluvia y extirpa sin piedad su útero estéril. ¿A qué nido emigró la nube herida que alzara un nuevo vuelo socorrida por un candor sediento?, ¿acaso no recuerda aquellas alas pintando de granate sus aleros?, ¿la entrega altruista y fiel de la crisálida, sanándola del vértigo y las náuseas?

Los ojos de la flor se han vuelto abismos, apenas una luz frugal sin labios, poniente amarillento en que agoniza la herencia más anónima del viento. La lila engulle, muda y sin clemencia, el salmo excomulgado que la nombra; y un gnomo que llegó desde confines poblados de hipopótamos azules, se asfixia entre las fauces del silencio. Tan sólo acompañando su agonía, fundiéndose un muñeco hecho de nieve, y el oro devaluado de una torre nacida en el fracaso de un invierno que no alcanzó a mudarse en primavera.

Cuando una retirada urdida a tiempo, no vale como tablas o victoria, el éxodo no es más que un eufemismo que nombra sin nombrar el duro exilio de un animal sin eco en la derrota. Rompió el capullo, en flor, la nube alada, mudándose en desierto e hilo roto, en tanto que el gusano, desahuciado, quedó en los laberintos del destierro; apátrida añorando el territorio que nunca lo acogió: la patria roja.

martes, 13 de abril de 2010

Microrrelato virtual


A Rosa Marín,
amiga sin muros.

ERA el rey de facebook; tenía mucha jeta.

Pareado


mejor por siempre un sólo rende vouz
que una horda de contactos en facebook

lunes, 12 de abril de 2010

Gusanos


LA MUERTE, al fin, le otorgó parte lo que tanto ansió y jamás le concedió la vida. Lástima que, ya sin alma, no pudiese sentir aquel tumultuoso y tierno cosquilleo acariciándolo.

Génesis



a Isabel
- - - - - - en su aniversario.


porque no bastan seis días con sus noches ni un milagro
para engendrar el canto.

tú indagas la palabra
- - - - - - - - - - - - - - - - sin credo ni certezas.

tu fe se halla en la elipsis y el eco en que se nombra
–la cópula sublime en la que nacen
en ansia cuerpo y alma

- - - - - - - - - - - - - - - - - quebrantados

alcores manantiales fuego y aire
el verbo en carne herida hecho poema.

te asfixias en tu búsqueda sin nombre.

mas nunca poseerá barro este trance
asaz para insuflarse en tanto aliento.

domingo, 11 de abril de 2010

Reinventando el refranero (III): Desarme


A Obama y Medvedev, con cariño.
(o para hipócrita, yo)

Sólo a unos absolutos descerebrados se les puede ocurrir (man)tener el mundo atestado de cabezas nucleares (dime las armas que esgrimes, y te diré de lo que careces).

A la luz del recuerdo


-¿Por qué sigues buscando
Aire fresco en lo cóncavo
Si su gélida sombra
Te lo ha robado todo?

-¿Todo?
No,
Algo queda.


-Se llevó tu esperanza,
La palabra, el afecto,
El ayer y el mañana,
La sonrisa, tus sueños.

-Aún me quedan las lágrimas,
Aún conservo el deseo,
Y un rescoldo encendido
A la luz del recuerdo;
Es por ello que busco,
En mi asfixia, esos vientos.

sábado, 10 de abril de 2010

Cobardes, terroristas y descerebrados


A LA PUTA CÁRCEL los policías de El Cabañal, esos criminales sanguinarios, esos terroristas apaleadores del pueblo, de la Democracia. A la cola del paro sin derecho a prestación por desempleo el Gobierno de la Comunidad Valenciana en pleno, los bastardos que ordenaron la actuación policial, los que tan indecentemente rigen el Ayuntamiento de Valencia, los periodistas de baja estopa que con prácticas propias de epocas ya afortunadamente pasadas se permiten manipular de un modo tan bajo y vomitivo la información acerca de tan lamentable suceso. O, mejor, que a todos ellos, a políticos sin escrúpulos, a periodistas manipuladores y falaces, y a esos malditos delincuentes de uniforme que -amparados tras una placa de servidores del orden sin duda ya un poco más prostituida y devaluada a causa de su vergonzosa y nauseabunda actuación- se han permitido perpetrar tamaña barbarie, los suelten en medio de El Cabañal. Pero con la cara al descubierto, sin porras, en pelota picada. A ver si entonces tienen tantos cojones esos pedazos de cabrones, esos descerebrados, esos cobardes de mierda. Quién les lava el cerebro a estos mamones para que actúen como alimañas contra personas indefensas. Quién.

SOLEDAD no es la falta...


SOLEDAD no es la falta, no es la ausencia perenne de un afecto acabado; es que llegue ese abrazo tanto tiempo negado y sentir nada más que el antiguo dolor de saberlo vedado.

Ratas


Qué triste, qué alienante
Haber quedado en esto.
En sombra que, tras siglos evitándote,
Por mera coincidencia que deploras,
Se cruza con tu luz por los pasillos,
Tiznando sus pupilas de impotencia
Al, lúgubre, mirarte de soslayo;
En máscara callada, seria y fría,
Tratando de evitar a duras penas
Que fluyan de las grietas que la arruinan
Las aguas salitrosas del espanto;
En grito que se queda en la garganta
Clavando sus espinas en los sueños,
Castrándolos pudriéndolos ahogándolos;
En resto abandonado en las cloacas,
Comido por las nauseas del destiempo;
En súplica incapaz, milagro roto.

viernes, 9 de abril de 2010

"Amaleste"


Yo no soy yo, no soy aquel que escribe; los gritos de un espectro me dictan el poema.

***

Rendido a la zozobra sin orillas que anega su bogar de soledades, ahogándose en la náusea, en pesadillas, atado el cuello al áncora del vértigo… aún… te ama.

***

Espera, no a que llegues, no a que lo ames, tan sólo a que una noche sin auroras visites los rincones de sus sueños, sin ser filosofal piedra en que mude salitre tu fulgor de aguamarina.

***

Entre el mar y los sueños no media un corazón que cesa y calla. El límite entre el sueño y lo que expira no es más que un muro plúmbeo en que fracasan las ansias de que un eco se una al salmo.

***

La mar es amarilla; la eternidad, celeste. Al fin sólo lo cóncavo perdura; las huellas de esta búsqueda jamás tuvieron nombre: son témpera amaleste.

El yermo sinsabor de la venganza

Encuentros hay
- - - -- - - - - - - - que sólo son posibles
Cuando es muy tarde.
- - - - - - - - - - - - - - - - Tarde,
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - pero ocurren.
Ocurren y, en llegando,
Debido a que jamás valieron nada,
No valen más que nunca.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - Así cuando este lapso,
Cuando este nudo atroz ceda y se afloje,
Sin haber sido nunca,

- - - - - - - - - - - - - - - - sin haberlo intentado,
Tú y yo seremos uno,

- - - - - - - -- - - - - - - - desnacidos,
Fundiéndonos, estériles y ajenos,
Al útero infructífero del tiempo;
Venganza sin memoria, triunfo en vano
De quien no quiso nunca
Perder ganar pelear llegar a odiarte;
Tan sólo, en su impotencia, ser contigo
Un sueño que se apaga en el ocaso.

jueves, 8 de abril de 2010

Desde Granada subimos… (un poema de José Ángel Valente)


DESDE Granada subimos hasta Víznar. Vagamos por el borde sombrío del barranco. -¿Dónde?, decíamos. Era el otoño. Los hermanos, las viudas, los hijos de los muertos venían con grandes ramos. Entraban en el bosque y los depositaban en algún lugar, inciertos, tanteantes. ¿En dónde había sucedido? –Lo mataron a él, decía la mujer, pero aquí también mataron a otros muchos, a tantos, a esos que ahora nadie ya recuerda. –Él ya no es él, le dije. Es el nombre que toma la memoria, no extinguible, de todos.

(Víznar, 1988)

De “Fragmentos de un libro futuro”.

Alegoría (a)cromática



El negro
-ausencia de color-
En busca de una luz
Que irise su amargor
Soñando surca el agua.

El blanco
-carente de calor-
Invoca un vasto eclipse
Y atávico raptor
Brutal le da la espalda.

La arena
-privada de dulzor-
Tiznada de cenizas
Sin un tenue temblor
Se muda insomne escarcha.

(Muralla o cementerio
Junto a la mar aguardan).

miércoles, 7 de abril de 2010

Pudriéndote en la ausencia prematura...


PUDRIÉNDOTE en la ausencia prematura que inhuma tus recuerdos desmembrados, no hay paz en tu epitafio; atónito heredero de tu canto, invoca mi cadáver tu memoria, a golpes, arañando. Ajenos al descanso nos miramos; tú, estrella silenciada; yo, mudo en la impotencia, fiel eco de tu espanto.

Metamorfosis genital


Hirsuta aguamarina
Desgarradora y fría
Que agrietando mis pautas
Desuella mi armadura
Dejándome aterido
En medio de la nada.
Reflejo coagulando
Que al corazón castrado
Degrada en yermo esperma
Con la única esperanza
De que la tempestad
Estalle tras la calma.

martes, 6 de abril de 2010

"Filopoesía"



A Tadeo, por su humildad y magníficos sonetos.


Dijo el filósofo: "Je pense, donc je suis". Dice el poeta: "Dudo, luego escribo".


Fotografía: Henry Taylor Philip Van Artevelde (filósofo y poeta),
por Julia Margaret Cameron.

lunes, 5 de abril de 2010

Receta para ser hoy día poeta


Receta para ser hoy día poeta:
Ni métrica ni rima ni soneto,
Que el verso en ningún modo comprometa
Y nunca hablar de amor –ya está obsoleto-.

Procura ser sumiso, marioneta
En manos del poder, sólo un panfleto;
Y abusa del mal gusto: coños, teta,
Mamada y polla en verso; ¡es el secreto!

Mas no todo consiste en ser falsario
O usar jerga soez de alcantarilla;
También en todo punto es necesario

Ser diestro en colocar la zancadilla
A amigo, camarada o adversario,
O en darle un buen codazo, ¡ay, mi costilla!

La hora de la bestia / hedonismo poético


La hora de la bestia

Y el verbo se hizo carne
–Carroña prematura
Postrada ante el concéntrico
E indómito apetito
De un vuelo que se abate
Con saña silenciando
Los ecos del poema-.

Alzar con fe infinita una plegaria
Un madrigal ajado-
Y una vez fecundada hecho el prodigio
Arrancarle la lengua lo arcangélico
Los ojos de Quimera las vocales
Urdiendo en sus vestigios la elegía
A un leviatán sin nombre.

El Éxodo

018 - hedonismo poético


esa convulsión
-que aún no se expresa-


es al alma

- - - - - - - - - - aventura

es al cuerpo
- - - - - - - - - - - urgencia


¿un delito?


018 - poetical hedonism


that agitation
-still unexpressed-

is to the soul
- - - - - - - - - - - venture

is to the body
- - - - - - - - - - - urgency


a crime?



Isabel Guevara


Fotografía: Emil Schildt.

domingo, 4 de abril de 2010

Sometimiento


A SOLAS con mi cómplice, repaso el plan que orienta la masacre: en esta poquedad la felonía no es más que el don de un cielo encapotado que ulula sobre un áureo mar de herrumbres; bendito el que apuñala por la espalda la sombra de una duda.

Cae la tarde, y un ángel malogrado, a objeto de cumplir lo establecido, reclama ser motivo de venganza. Mas quedan dilaciones de por medio. Todo ha sido auspiciado meticulosamente; no cabe error posible en este crimen: trinidad sin misterios; acero uniendo a víctima y verdugo, frente al paralizante hedor del miedo.

No cabe más premura que la aurora; al norte del periplo coagulado, aguarda con paciencia inusitada, la pútrida clemencia de lo cóncavo.


Fotografía: Emil Schildt.

sábado, 3 de abril de 2010

Seguidilla (VIII)


Tú, diosa, yo, mortal
Sin fe ni credo,
Y aun así ante tus aras
Postrado rezo.

Vanas plegarias
De un ángel que, caído,
Perdió sus alas.

viernes, 2 de abril de 2010

Fosa común


“Que mi nombre no se borre de la historia.”

Julia Conesa

Sin nombre ni apellidos

Marchitas de ignominia
Igual que trece rosas
Las ruinas de un jardín
Donde aún miles de flores
Esperan renacer
A un nuevo abril que exhume
La luz de la memoria.


A Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García, Luisa Rodríguez de la Fuente y a todas las mujeres que, como ellas, fueron asesinadas y condenadas al olvido por la ignominiosa y criminal dictadura franquista; in memoriam.

jueves, 1 de abril de 2010

Jamás me cansaré de repetirlo

Jamás me cansaré de repetirlo
No he sido soy
Ni un día seré poeta.
El poeta lo es siempre a todas
Horas
Y no puede vivir sin la poesía.
Yo en cambio
Casi no la necesito
Podría estar toda la vida
Toda
Sin escribir un verso
Sin Pizarnik Cernuda o Vilariño
Acompañándome en mis noches
Sin

Ángel González
Rilke o Gloria Fuertes
Con cuyos versos tristes
–Tampoco a mí me alegra el mal ajeno-
También me siento a veces menos solo.
Es todo lo contrario a estar sin ti
Recordándote siempre a todas
Horas
Echándote de menos sin vivir
No más sobreviviendo
–Como un triste poeta que ha perdido
Las ganas de vivir abandonado
Como un perro sarnoso por las musas-
Espurio en el calor de la poesía.

Fotografía: Alain Daussin.

Abierto el párpado a la aurora


Abierto el párpado a la aurora
En su deriva el ojo
Se rumia fiel reflejo de lo cósmico.
La noche en cambio
Grave
Cautiva en su negrura el centelleo
Lo ausenta lo consume
Desvela el fatuo azul que arde en su máscara.
Y sin credo las cuencas
Hirsutas y vacías
A tientas
Perspicaces
Nimias lamen
El útero en que se hunden los espejos:
La oquedad amarilla.