Yo voces.
Yo el gran salto.
A.P.
He vuelto a Pizarnik.
No busco ya en sus versos.
Indago en su locura
Los sones que me empujen
A soterrar mi canto.
* * *
Yo entono mi silencio
Suplicante
En un lugar de estruendos donde el sordo
Travestido es el rey.
* * *
La mordaza y la máscara.
La infame tiranía
De la hija de Babel
Inicua redactora del epílogo
De la hostil partitura
De la página en blanco.
* * *
Del fondo de mi canto crece el miedo
La impotencia lo exhausto.
Oh dios del alarido dame fuerzas
Para el grito y salto
Para el vuelo sin alas
Para el último orgasmo.
3 comentarios:
La piedra negra sigue presente, pero que no te arrastre.
Entre tanta locura cuerda te dejo una sonrisa especial.
Un beso
A veces siempre,
a veces nunca,
el dejo hace la canción,
la desazón el poema.
Abrazo triste a un poema(ta) enorme, Isa
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“Vivo una muerte viviente, carne cortada, sangrante,
cadavérica, ritmo disminuido o suspendido, tiempo
borrado o abotagado, reabsorbido en la pena”
(Julia Kristeva) ...
Estas letras están empapadas en tristeza, pero "entones" silencios con forma de poema, tu eco te salva.
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