A Jacques Paul, caminante y su sombra.
PACHAMAMA, madre amorosa y desprendida con sus hijos, más pronto que tarde, es también poderosamante eficaz a la hora de sacudirse los parásitos. Y algunos de estos, en la escala temporal que rige el devenir de Pachamama, llevamos apenas la millonésima parte de un segundo sobre su generosa y fructífera piel.
Preguntémonos: quién corre peligro. ¿Pachamama? ¿O más bien esos otros seres que, pensándose la cúspide de una ilusoria creación divina y, por tanto, imperecederos e infalibles a imagen y semejanza de la quimérica criatura que han parido; no son más que patéticas e insignificantes sanguijuelas condenadas a una extinción cierta y a no muy largo plazo, por el modo en que están abusando de la sangre del ser que les dió la vida; de su verdadera y única madre: Pachamama?
Preguntémonos: quién corre peligro. ¿Pachamama? ¿O más bien esos otros seres que, pensándose la cúspide de una ilusoria creación divina y, por tanto, imperecederos e infalibles a imagen y semejanza de la quimérica criatura que han parido; no son más que patéticas e insignificantes sanguijuelas condenadas a una extinción cierta y a no muy largo plazo, por el modo en que están abusando de la sangre del ser que les dió la vida; de su verdadera y única madre: Pachamama?
2 comentarios:
Hay estamos devorandonos nostros mismos, elimando lo que nos sutenta y nos da de comer y beber y vivir...no amamos lo que tenemos, nno valoramos lo que la naturaleza nos da...y Gea, para mi, un dia se puede cansar de nsootros.
Un abarzo.
Un Honor inmerecido.
Gracias compañero.
Un abrazo, León incisivo.
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