viernes, 16 de abril de 2010

Cansancio


Esta nada el cansancio este vacío
el nadie el nunca el no
- - - - - - - - - - - - - - - - la atroz desesperanza.
Maldito el corazón su miserable
Protervo despiadado infausto perro
Encono por seguir seguir latiendo.
Qué estólido este tiempo fatigado
Pesando como huellas en la arena.
Qué ruines estas fuerzas
- - - - - - - - - - - - - - - - - - qué obstinadas
En no ceder ni un palmo al abandono
En ser un lazo atándome al cadalso
Despierto siempre alerta cavilando.
Qué sórdidas qué inicuas qué tiranas
Negándome la gracia del descanso
Que mude en pertinaz cieno celeste
En otra nada más nadie que nunca
En polvo amarillento en fiel destiempo.
Cuando estas perras fuerzas una noche
Se aflojen y me dejen se diluyan
Ni lágrimas ni flores ni lamentos
Habré alcanzado al fin mi único anhelo.

3 comentarios:

SantiagoPabloRomero dijo...

No seas cobarde
tu anhelo
debe ser la lucha
hasta el día
de tu crucifixión
en cadalso público.
Donde poder vengarte.
No te rindas.
Espera a escupirle a tu verdugo.

Un saludo,León

ralero dijo...

No quiero escupirle, quiero abrazarlo. Pero perdí los brazos para siempre.

Alma dijo...

Quizás si miras bien, te darás cuenta que tal vez no hayas perdido los brazos sino que se escondieron.

Un beso con cansancio pero con fuerza :)