He llegado a conocer escrupulosamente los horarios
De partida
De llegada
Los más pequeños retrasos
Como siglos
La suspensión de servicios
Que haya causado un mal tiempo
(Agujas enredadas a los péndulos)
Los bancos
A la intemperie
En paradas intermedias
Desoladas.
He arrastrado sin pudor
Mis huesos osteoporóticos
Por todas y cada una de las estaciones nocturnas
Las abandonadas
A penumbras fantasmales
Las abarrotadas
De viajeros sin destino
Y hasta por ese apeadero derruido
Sin taquilla ni parada programada
Para el tren que desespero
Noctívago como fantasma
En vía muerta.
Ocho de diciembre de 2006
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