Y una lluviosa mañana de octubre,
sintiendo cerca el sabor de la muerte,
yo
he de volver a buscarte.
Y hambriento te rogaré
que no me dejes morir
sin el placer de besarte.
miércoles, 27 de junio de 2007
El primer beso
Y una lluviosa mañana de octubre,
sintiendo cerca el sabor de la muerte,
yo
he de volver a buscarte.
Y hambriento te rogaré
que no me dejes morir
sin el placer de besarte.
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9 comentarios:
Muchos besos después.... El primer beso sigue siendo el primero...
Que no te lleve contigo la Dama antes de ese deseado beso.
Y para ti, de mí, otro beso.
Fe de erratasssss: borra "contigo"...
otro beso.
Había una canción de Demis Roussos que decía algo así como:"Morir en brazos de mi amor". Morir no le gusta a nadie pero si ha de ser, que sea en brazos de mi amor. Un beso,Rafa.
Pues si, si hay que palmarla, mejor que sea mordiendo la carne de los labios hasta el fin deseados.
Cafe y churros.
Venía a agradecerte tu comentario/chiste por mi blog y tropiezo con un primer beso en otoño, que puede ser el último, pero que siempre será el deseado... sugerente!
Un beso (sin ser en los labios, aún no hay la suficiente confianza ;D)!!
Un beso de muerte y despedida, no está mal para ser el primero!.
Gracias, viento, por tus buenos deseos, que así sea (ojalá).
Y a ti, Malena, por tu empatía.
Kai, tú siempre pensando en comer, joío.
dashina, ¿eso significa que aún puedo tener esperanzas? jajajajaja. (De todos modos, a veces, los mejores besos se dan sin labios).
leuma, una esperanza, tal vez tan desesperanzadora como esa, también nos puede ayudar a vivir ¿no? Ya ves, la esperanza, en realidad, nunca muere del todo, y si lo hace, precisamos inventarla. No, no es bueno matar del todo la esperanza.
Rafa, tu ya sabes que sucumbo estrepitosamente ante la gula, la lujuria y la envidia que me das cuando escribes. Eso si que son pecados y lo demás son "trocherías", como diría Marcos Gualda.
Ea, una cañaillas y un par de copones de Barbadillo.
Que menos que respetar la última voluntad de un condenado...
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