sábado, 16 de junio de 2007

No son molinos, mi señor. Es la muerte.

Ah si yo fuese Quijote

Para, pasando por loco,

Hacerme un alma de piedra.


Mas tan sólo soy Romeo

Condenado a la cordura

De vivir sin su Julieta;


Preso en molinos de tiempo

Que con aspas afiladas

Hieren mi pecho de ausencia.


Ah mi leal escudero

Vierte en mi cáliz veneno

Que en vida muero sin ella.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

error ;)
el leal escudero no puede echarte el veneno porque tu no eres Quijote, has dicho si yo fuera...
¡qué romántico eres, y lo que te gusta sufrir! pero, sentirolo, el Romeo no tiene escudero.
Un beso sonriente.

Anónimo dijo...

No has de beber ningún cáliz
que de locura te prive

Más espanta la cordura
de vivir sesudamente

y...Romeo, sin Julieta,
serás por siempre Quijote

Anónimo dijo...

Pero, María, Romeo, al estar atado a la cordura, cree tener a ese escudero a su lado. Diferente sería si hubiese alcanzado la demencia del dulce veneno. Como dice mi madre "ni son todos los que están, ni están todos los que son".

Milena, ¿cómo va ese exceso de trabajo? Don Quijote es un personaje que me encanta, juzgado injustamente en su locura -a pesar de lo que pueda parecer que digo en el poema, que tiene muchas dobleces- era en realidad un romántico y un luchador por la justicia. O puede que un romántico luchador por la justicia. Ya quisiera yo...

Besos, María. Besos, Milena.

Anónimo dijo...

WoW
Me encantó!
Me encanta leer poemas bien escritos, que toman un antes, y lo transforman en otro después.

Bravo!

Anónimo dijo...

¡Precioso!.
Un abrazo :)

Anónimo dijo...

Gracias, Alejandra. Gracias, Mamen.

Besos.

Anónimo dijo...

Si por buscar justicia, echar las redes para pescar aventuras, si por tener una Dulcinea idealizada esperando el retorno, el descanso del guerrero, si por llevar su prenda prendida en la lanza, si por arremeter contra ejercitos de borregos, te acaban encerrando en un manicomio, qué deberían hacer con quienes mandan a morir a la gente en guerras preventivas, con los que ponen su vida al servicio de una imagen religiosa o con los que agitan pañuelos blancos en una plaza de toros.
Mejor ser Quijote que no un hijo de puta. Digo yo.
Tiritas de dulce de membrillo y oporto semidulce.