viernes, 22 de junio de 2007

Despecho

Qué os podría decir
Mis queridos amigos
Para al fin convenceos
De que es mi sufrimiento
De pura pacotilla;

Jugar con las palabras,
Siempre en clara ventaja,
Por ganar un suspiro
O si acaso una lágrima
-el mayor galardón
al que aspira el poeta-.

No!,
------ no me refiero
A esos altos poetas
De premio y de certamen
Que forman con palabras
Hermosas melodías
Como excelsos castillos
De naipes en el aire
Por ganarse unos cuartos
Con sus almas vacías.

No. Me estoy refiriendo
Al poeta que, impúdico,
El corazón herido,
A la vista de todos,
Arroja contra el suelo.
Y se orina y escupe,
Y se orina y escupe,
Y escupe escupe escupe
Sobre su arritmia roja
Para gritar al viento
Su dolor despechado.

Llorad,
------------- sí, llorad!
Con mis puercas mentiras,
Pero hacedlo con lágrimas
De helado cocodrilo,
Que el infierno me abrasa
Al compás de mis versos
Y estaría de más
Más leña echarle al fuego.

Y después, olvidad!
Que el dolor de un poeta
Nunca gana concursos
Ni merece la pena.

Qué os podría decir,
Amigos, muy queridos
Y confusos amigos,
De este triste y equívoco
Sempiterno aprendiz
De mediocre poeta
Que jamás ha sufrido.

Que os podría decir,
Amigos, mis amigos,
Para al fin convenceos
De todo lo que yo,
Despechado poeta,
No logro convencerme
Por más
------------- que lo intente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah canalla!
Y pensabas que tú
confundíendonos estabas
pues por esta vez yo te digo
gran poeta despechado
que no nos has engañado
porque el que lee lo siente
tal que si fuera suyo
lo que el poeta escribe
aún mientiendo el muy... jeje
de dentro le sale el alma
y las verdades son puños
del impúdico y humilde poeta
que con sus versos nos tiene
el corazón encogido
¿y dice no haber sufrido?
mas de una vez con las letras
que le persiguen y acosan
con el alma habrá departido
las poesías más preciosas.

(A esto un amigo mío le llama ripios, llama tú al contenedor)
Abracitos.
Mamen.

Anónimo dijo...

¡Ah canalla...!
poeta arrastrado
que nos arrastras hasta tu sangre,
poeta maldito
loco estupendo, imprudente,
impúdico, indecente, impaciente,
no te das cuenta,
meón de esquinas sombrías,
que a veces tus versos
son nuestro credo espinado,
nuestra oración de almohada,
la conciencia sonora
que araña y después,
suave, lame las heridas.
Ah, canalla,
envidiado mamoncete,
soldado raso de las letras,
intemporal, eterno,
cuando necesites una trinchera
donde labrar unos versos,
ya sabes donde la tengo...

En fin, que si, que la cosa hoy va de ripios.

Pd. Como oí decir una vez a Facundo Cabral:...Hasta que no son del pueblo, los versos, versos no son, y cuando son del pueblo, ya nadie sabe de quien son. Procura que tus versos, vayan al pueblo a parar, que lo que se pierde de gloria, se gana en eternidad...
Cochinillo segoviano y rosado joven y fresco.

Anónimo dijo...

Después de haber leído
a estos que me preceden
no tengo por más que decir
que me inclino ante sus mercedes.
Y sobre eso que hablaban
de poetas de pacotilla
he decir fuerte y claro
que los habrá, pero en otra Villa.
Que si quieres llorar, Rafael,
¡cojones!, sigue llorando,
que aquí tienes mi pañuelo
que es "fular" italiano.
Que hasta los mocos te han de secar
si ello fuera necesario
y que aún con color verde
te quedará que ni pintado.
Pero, ¡hombre!,
cabroncete de barrio
sigue escribiendo, sigue,
que si no, que dirá el vecindario.

Anónimo dijo...

Bueno, está visto que no soy buen mentiroso.

Gracias, mamen, Kay y Paco, por vuestros versos.

Abrazos.

Ps. mamen, nunca osaré arrojar al contenedor uno sólo de tus versos, porque, independientemente de que puedas a veces hacer o no ripios, tú eres una gran poeta.