martes, 16 de octubre de 2018

La segunda maldición de Sísifo


¡Joder, a ver qué puñetas hago ahora yo hasta que me llegue la edad de la jubilación! —exclamó Sísifo con honda pena, al ver como, tras rodar una vez más con inusitada violencia por la ladera, la pesada roca a la que se hallaba uncido como un maldito buey, se hacía añicos al impactar con estrépito contra el rostro de hormigón armado de un adinerado patriota—. ¡Orgulloso de ser español, cagu'en Zeus y en la titánide Rea! —gritó, más que por convencimiento, por ver si le caía algo en suerte en la pedrea del patrioterismo del todo atado y bien atado y el blanqueo de capitales. Le cayó una multa de 12 meses, que tuvo que pagar en cárcel por carecer de recurso económico alguno, acusado de ofensa contra los sentimientos mitológicos.

(De la serie "Alegorías sin alegría.")

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