sábado, 21 de marzo de 2015

Traspié


Bosquejo este soneto con la boca
sin lengua sin aliento con las manos
amputadas comidas por gusanos
la fe inmersa en la hiel de un ansia loca.

Lo esbozo contra el tiempo grave roca
que cargo como Sísifo por vanos
repechos salpicados de malsanos
obstáculos con los que el poema choca

y cae a tierra y rueda cuesta abajo
rompiéndose quedando hecho un andrajo
con menos elocuencia que el mutismo.

Y cuando se detiene lo recojo
y asciendo una vez más sin fuerzas cojo
hacia el traspié final el mudo abismo.

1 comentario:

Carlos dijo...

Vaya descripción de la muerte, esa de traspie al mudo abismo.