jueves, 19 de marzo de 2015

El bueno, el feo y el malo

En este país de mierda que es España,
en este país de mierdas —gente buena—
hay gente fea y mala que no tiene
un mendrugo de pan que llevarse a la boca;
hay gente fea y mala a la que, a hostias,
expulsan de su casa;
hay gente fea y mala que se muere
de forma prematura
al no poder pagar el tratamiento
que, administrado a tiempo, alargaría su vida;
hay gente fea y mala que trabaja
de sol a sol por cuatro perras gordas
para que engorden —gente
buena— los empresarios avaros y esclavistas;
hay gente fea y mala que, cansada,
de perder día a día sus derechos
o harta ya de cadenas y mordazas,
se rebela y protesta y va a la trena.
Sin duda lo merecen; son gente fea y mala.
Y hay gente fea y mala
—de qué modo evitarlo— que, insolente,
un día pone cara y nombre a sus desgracias
y señala a políticos corruptos
o fieles servidores de las mafias
de corte empresarial y financiero,
que campan a sus anchas por España,
a jueces y fiscales paniaguados,
a brutos de uniforme y, si se tercia,
al rey o al mismo Papa.
Qué gente fea y mala tan injusta.
Tan injusta y diabólica
que acaba deseando que esa gente
buena sufra un dolor sin fin de muelas
o, peor aun, su muerte.
Tan inicua que, a veces,
expresa estos deseos vehementemente en público,
sin el menor atisbo
de humanidad y menos de vergüenza.
Y ahí es donde la gente fea y mala
la caga sin remedio,
y, como se merece,
es juzgada, multada, encarcelada.
Porque esto no, señores, esto es inadmisible
en un país de mierda como dios,
su dios, el de la gente buena y correcta, manda.

1 comentario:

Milena dijo...

El interesado relativismo de las percepciones...!! Pero hay "fealdades"objetivas y absolutas, sí .