Mira hacia el sur. Sabe que allá, en su seno, florece sin edad la primavera. Pero en sus alas rancias y cansadas, anida ha tiempo un hálito de invierno, muñón del apetito del vencido.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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